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Lena


—Muchas gracias por todo Lena, de verdad que eres la mejor. —Romina se lanza a mis brazos de forma inesperada y eso hace que tarde un poco más en devolverle el abrazo.

—Llámame para lo que necesites ¿Vale? —ella solo asiente con una pequeña sonrisa. —Y ya sabes que puedes venir cuando quieras. —hablo cuando está dirigiéndose hacia la puerta.

De la nada aparece Jason comiéndose lo que parece ser un polo de limón, pero está tan centrado en las nalgas de mi amiga que no se da cuenta de que estoy ahí.

Con el ceño fruncido le propinó un codazo que le hace soltar una maldición cuando casi se le cae el helado al suelo.

—¡Yo también tengo ojos! No vas a ser tú la única babeando por ahí.

—¿Qué? —al ver mi cara de espanto y confusión hace una mueca que destila burla en todo su esplendor.

—Es bastante obvio que te gusta ese tío, ¿A quién no? Me gusta hasta para mí. El muy condenado está como quiere. —murmura elevando ambas cejas de forma sugerente, refiriéndose a Alek.

Suelto una risita suave antes de cogerlo del brazo y lo llevo a un lugar que sea más privado. Necesito más información de ese tema.

—¿Me vas a matar por descubrir tu pequeño secreto? —inquiere divertido jugando con la paleta del polo.

—¿Desde cuándo lo sabes? —pregunto sin molestarme en negarlo. En este punto sería inútil.

—Tal vez desde que casi te caes de la terraza observándolo como si fuera alguna especie de deidad. —suelta una carcajada haciendo que me ponga más roja de lo que ya estoy.

—Eso no es verdad. —replico con las mejillas todavía acaloradas.

—No te preocupes, tu secreto está guardado conmigo, no diré nada de tu conde Drácula. —responde usando un tono burlón para la última palabra antes de subir las escaleras.



•••


En verano los días se pasan tan rápido que una ni siquiera se da cuenta, y eso que este año ha sido uno de los más aburridos en toda mi vida. El resto de mis amigos, al igual que Grace, no están en el país y mis padres están más paranoicos que nunca como para dejarme ir con ellos o permitirme ir muy lejos de la ciudad.

Ayer apenas supe qué día de la semana era, hoy tampoco lo sé ¿Y qué más da? Al final las vacaciones están para eso, para disfrutarlas y olvidarse de todo, todo menos de él.

Salgo de la piscina con algunas gotas de agua esparciéndose por el césped, intento hacerme un moño para que no caiga tanta agua y cojo la toalla para secarme algunas partes del cuerpo. Después me la enrollo y camino descalza hasta mi dormitorio, donde me cambio de ropa por algo más simple para bajar a ver la televisión un rato.

Esta tarde voy a ir de compras con Jason para un combate de boxeo al que iremos en unas semanas, y durante el día solo he estado haciendo cosas para matar un poco el tiempo y distraer mi mente de él. Estoy cansada de tenerlo en mi cabeza todo el tiempo, pero parece ser que a mí cerebro le encanta tanto que incluso ha hecho un pequeño espacio exclusivamente para él.

Termino de bajar a una habitación que parece más una sala de cine que una sala de estar.

No encuentro nada interesante que ver, así que hago zapping hasta encontrar algo que me guste. Al final me detengo en el canal de noticias. Están hablando de un asesinato ocurrido hace un par de días en la ciudad. No suelen haber de estos casos por la zona en la que vivo. Es raro.

Despiadado Y Cruel [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora