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Lena


—Eso tiene que doler mucho. —hablo al ver como uno se sujeta la nariz con ambas manos, tratando de detener la sangre que sale a borbotones.

—Sigamos bailando en otro lado, esta gente es muy maleducada. —murmura Grace en un balbuceo con el ceño muy fruncido.

Asiento con la cabeza haciendo que mi mareo aumente y me tambaleé, si no fuera por los brazos de Grace muy posiblemente ahora estaría en el suelo.

Suelto una carcajada, esta vez unos sonidos parecidos a los de un porcino se me escapan entre medias.

—¡No puede ser! —exclamo tapando mi risa con ambas manos. —¡Soy una cerda! —otra risa como la de antes se me escapa, haciendo que mi carcajada sea aún más fuerte al escuchar los sonidos. Grace solo me mira muy seria.

—¿Estás borracha? —inquiere de forma casi ininteligible con esa mirada recriminatoria.

—No, yo solo me estoy convirtiendo en una cerda, ¿No lo escuchas?

—Vamos. —balbucea cogiéndome de la muñeca, al estar a medio camino se tropieza con uno de sus tacones.

No me doy cuenta de cuando cae al suelo en un sonido sordo, haciendo que su mano ya no esté en mi muñeca pero en su trasero. Las personas que anteriormente estaban centradas en la pelea ahora nos miran con diversión.

Y sin poder evitarlo suelto otra gran carcajada para después intentar levantarla, pero al sentirme débil lo único que consigo es acabar yo también en el suelo.

—¡Qué torpe eres! —consigue decir en una risa contagiosa.

Ambas dejamos de reir al ver unos hombres disfrazados de policía, uno de ellos está separando a aquellos hombres mientras el otro parece hablar de algo. Nos levantamos con algo de lentitud, Grace decide quitarse los zapatos y dejarlos ahí mismo por una razón que desconozco.

—Oye, ¿Alguien ha contratado a unos strippers? —inquiere dibujando una sonrisa divertida cuando uno de ellos se acerca a nosotros. —¿Nos vais a hacer un baile?

Los hombres nos dan una mirada seria, antes de sacar unas esposas, de reojo veo como a Grace le empiezan a brillar los ojos, mientras que yo solo hundo las cejas desconcertada.

—Quedáis arrestadas por alteración del orden público. —dice uno de ellos colocándome unas esposas alrededor de mis muñecas.

—¿Cómo? —es lo único que puede salir de mis labios, después soy empujada por el policía hasta fuera del lugar.

—¡Pero si yo no he hecho nada!¡Suéltenme!¡Ayuda, alguien! —exclama Grace a mi lado moviéndose entre los brazos del policía.

—¡Dios!¡Que alguien la calle! —suelta el policía detras mío.

—De verdad que nosotras no hicimos nada señor agente, solo estábamos bailando. —trato de excusarme, pero ninguno hace el amago de escucharme

—Eso no es lo que dicen los demás. Ahora entrad al coche, no tenemos toda la noche aquí. —murmura el hombre detrás de Grace cuando llegamos a un coche patrulla.

—Malditos chismosos. —murmura Grace entrando al auto con un mohín en los labios.

Con un suspiro y algo de dificultad por las esposas consigo sentarme en el coche a pesar de mi visión todavía borrosa. El coche no tarda en ponerse en marcha.

—Está bien, admito que fuimos un poco escandalosas, pero, podemos llegar a un acuerdo, ¿No creen? —murmuro mordiendo mi labio inferior.

—Eso ya lo veremos cuando lleguemos a comisaría. —responde uno de ellos con una sonrisa divertida.

Despiadado Y Cruel [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora