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Alekei


Me desvestí con rapidez y me lancé al agua en su búsqueda, mandando a la mierda mi plan de mantenerla ahí por más tiempo.

La encontré a menos de un metro. Luego la hice rodear mis caderas con sus piernas y aferré su cuerpo al mío sacando nuestras cabezas a la superficie para apoyarla en el borde después. No esperé a que diera una bocanada de aire para devorar sus labios como si se tratara del mayor afrodisíaco que hubiese probado nunca.

Después bajé sus pantalones dejándola desnuda de la cintura para abajo mientras ella daba leves golpes en mi hombro queriendo que la liberara para poder respirar. No fue hasta que la impulsé hasta arriba y me enterré en ella cuando la dejé respirar por un minuto antes de llevar mi mano hasta su cuello y apretar con sus ojos puestos en los míos con una mirada más hambrienta que la mía hacia ella.

Eso y los calambres de dolor que iban por mi falo al deslizarme en su interior me estaban haciendo perder la poca cordura que me quedaba hasta el punto de aumentar la fuerza del agarre de su cuello sin darme cuenta.

De su garganta empezaron a salir gemidos estrangulados mientras aferraba sus uñas a mi hombro haciendo unos cortes que me hicieron jadear de placer. Comencé a arremeter contra ella con más intensidad al sentir unas palpitaciones y una corriente ir desde mi pelvis hasta el glande y clavé los dientes en la piel de su cuello haciéndola sangrar al momento de expulsar el líquido casi blanquecino dentro de ella.

Observé la palidez de su rostro al estar perdiendo la poca capacidad de respirar que tenía y acaricié su cadera mientras la besaba hasta que terminó por desmayarse.

Luego salí del agua con ella colgando en mi hombro. Antes de llevarla al dormitorio seguí con lo que estuve a punto de empezar antes de enseñarle el vídeo. Ella tardaría varios minutos, o incluso horas en despertar.

Al terminar cubrí su cuerpo con mi camiseta y la llevé hasta la habitación dejando un pequeño rastro de gotas de sangre que me hubiera encantado limpiar con mi lengua en ese momento.

Tras dejarla en la cama me senté a su lado, esperando a que despertase. Alejé mi mano de su cabello trenzado al percibir las vibraciones en mis pantalones y respondí la llamada sin mirar el identificador.


—Tu padre está cada vez más cerca. Ah, y vete olvidando de volver a la casa de California, el muy cabrón la ha echado abajo. —masculló Denis del otro lado con unos disparos de fondo. —¡Suka!

—Di órdenes de ir primero a San Diego, ¿Qué coño hacéis ahí? —me aparté del teléfono con una mueca en los labios cuando los disparos y el ruido se hicieron más fuertes.

—Pura mierda con eso, en cuanto pusimos un pie allí se formó un baño de sangre. Esos hijos de perra casi me despeinan.

—¿Y ahora me avisas?¿Para qué tienes el jodido móvil? —repliqué entre dientes levantándome de la cama de golpe y comenzando a dar vueltas por la habitación. Los disparos del otro lado habían cesado un poco.


—Vamos a fingir que me hubieras cogido la llamada y hubiéramos tenido una conversación larga y tendida sobre cómo acabar con tu padre mientras tienes tu polla enterrada en Lena. —dijo Denis en un tono burlesco. —Te dejo, estoy algo ocupado por aquí.

Despiadado Y Cruel [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora