037

314 30 79
                                    

—¿Vamos? —pregunto a Jason una vez llego a la camioneta

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—¿Vamos? —pregunto a Jason una vez llego a la camioneta.

—¿Qué has preparado esta vez?

—Comida. —respondo sentándome en la zona de atrás. Él suelta un bufido con ironía.

—Eso espero, porque lo del año pasado era incomestible.

Me acerco y le doy un fuerte golpe en la nuca a modo de respuesta.

—Otro día más siendo chófer y niñero. —susurra Leto al frente con la vista fija en la carretera. La desilusión de su cara me hace reír.

—¿Te quedarás? —pregunto cuando lo veo bajar con nuestras cosas.

—¿Una fiesta llena de pubertos en la playa y con fuego? No, gracias. —habla mientras vamos a un pequeño camino que lleva a la playa.

—Va a estar bien, solo será una reunión amistosa. ¿Verdad, Jase? —reprimo una carcajada al ver la mueca de mi hermano ante su nuevo mote.

—Define eso de reunión. —responde burlón sacando un envoltorio lleno de una hierba verdosa.

De un manotazo le indico que lo guarde antes de que Leto se de la vuelta y lo vea.

Luego seguimos caminando hasta encontrar a Theo, Romina y un par de chicos más de los que no me acuerdo.

Sin embargo mis ojos caen sobre el rubio que tantas veces he visto antes. Él al verme me saluda elevando la botella de vodka con una amplia sonrisa, captando la atención de Leto que ve todo a mis espaldas.

—¿Eso es alcohol? —pregunta en una mueca incrédula dejando las bolsas en el suelo.

—¿Qué? —bufé. —No, solo es un poco de soda.

—Si, eso. —secunda mi hermano.

Él sigue sin creer nuestras palabras, así que lo terminamos echando antes de que vea sustancias ilegales. No es como si hubiera visto cosas peores de todas formas.

Le doy un corto abrazo a Romina y me siento a su lado, Jason se sienta al otro tras darle un pico en los labios. Supongo que para nadie es un secreto su nueva relación.

—¿Qué quieres beber? —ofrece ella con una amplia sonrisa casi contagiosa. Me alegra verla feliz, se lo merece.

—Una cerveza está bien.

—Marchando. —dice el rubio antes de traerme una cerveza.

Los minutos se pasan volando, entre risas y malvaviscos a la leña a la vez que echo leves vistazos al caminito de antes, preguntándome dónde demonios se ha metido Grace.

—¡Hey! —como si la hubiera invocado ella sale de un lado de la playa.

Ese lado da a un pequeño bosque que no es frondoso. Tampoco me llama la atención como para haberlo visitado antes. Aunque la pregunta aquí es, ¿Qué hacía ella ahí?

Despiadado Y Cruel [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora