LenaChillé cuando su mano impactó contra mi mejilla sana. No por la fuerza sino porque no me lo esperaba, aunque su golpe no había sido nada gentil. Sujetó mi cara con sus dos dedos y sus orbes azules mirándome con intensidad.
—Ahora me dirás quién coño te hizo eso de la cara. —su voz era una ronca y a la vez cargada con una estremecedora amenaza.
—Nadie, fue solo un accidente. —dije a regañadientes bajo su ahora furiosa mirada.
Volvió a abofetearme, esta vez con un poco más de fuerza que la anterior pero no con la suficiente como para dejar marcas y de mis labios se escapó un gemido que no pude evitar por más que quise.
—Puedo estar así todo el jodido día y no me cansaré. —murmuró en mis labios antes de lamerlos.
Al separarse me quedé en silencio, observándolo, y me odié por querer que estuviera dentro de mi otra vez.
Traté de luchar moviendo mis piernas cuando desató los cordones de mi pantalón deportivo y lo deslizó junto a mis bragas hasta dejarlo caer al suelo. Apreté los muslos como si la vida me dependiera de ello. No quería que viera lo húmeda que estaba.
—¿Quién mierdas fue? Miénteme otra vez. —tragué saliva, haciendo un esfuerzo por regular mi respiración e ignorar el calor de alrededor.
Se quitó de encima quedando ahora a mi lado, sus dedos se movieron por mi estómago hasta llegar a mi monte de venus.
Abrí un poco las piernas. Fue un impulso, pero en un parpadeo tenía sus dedos dentro de mí, moviéndose en círculos haciendo que las abriera aún más. Mordí la lengua casi sin querer tragándome todo tipo de sonidos.
—Jodidamente responde. —demandó empujando sus dedos más hacia dentro.
—Me golpée con una puerta. —musité en un hilo de voz.
Su mano cruzó mi cara nuevamente haciendo que gire la cara y eso solo llevó una corriente a mi clítoris que me hizo jadear.
—Eres muy mentirosa, lyubov'. Tendré que usar otra cosa contigo. —dijo lo último para el mismo antes de sacar sus dedos.
Luego me giró sin previo aviso, la piel de mis muñecas fueron las que sufrieron las consecuencias de eso. Cuando se aseguró de que mi culo estuviera lo suficientemente a su disposición pude escuchar su cinturón deslizarse por los pantalones.
Intenté mirar hacia atrás por encima del hombro, en esos pocos segundos en los que lo conseguí sentí el cinturón impactarse contra mis nalgas mientras él me daba una mirada oscurecida.
No pude reaccionar cuando volví a sentir el impacto del cuero en la piel ya enrojecida e hinchada provocando que un par de lágrimas se deslizaran por mi mejilla por el cúmulo de sensaciones. Dejé de mirarlo cuando azotó una tercera y cuarta vez, teniendo cada vez menos piedad y disfrutando de cada gemido ahogado que salía de mis labios.
—¿Quién fue? —preguntó una vez más deteniéndose.
Yo solo gemí enterrando la cara en la almohada. Realmente no creía poder aguantar mucho más sin formar un desastre en las sábanas. Lo necesitaba.
—Nadie. —susurré tragando un gemido al sentir el cinturón acariciar mi muslo interno.
Solté un grito ahogado en el momento del cinturón volver a golpearme y las lágrimas comenzaron a caer en una cascada mientras buscaba alguna forma de aliviar mi necesitada vagina frotándome con las sábanas.
—Fue mi padre. Discutimos y él me pegó, no pasó a más.
Empecé a llorar más, transformando mis lágrimas de placer en unas de tristeza al rememorar el momento en que mi padre golpeó mi mejilla.
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Despiadado Y Cruel [Borrador]
General Fiction💚 Libro 1 de la bilogía Perversos. Lena siempre ha querido llamar la atención de aquel chico de ojos azules que no había dejado de aparecer en sus sueños constantemente. Lo que nunca se imaginó es que compartiera un pasado junto a ese chico de ojos...