Y mi amor por ti, aquí perdurara-Primera temporada (FINALIZADA)

Capitulo 63 "Empezar de cero"

Me quede en la cama, no tenía fuerzas para más, mañana resolvería las cosas para irnos con mis hijos, no tenía ganas de discutir.

Ya era de noche, hoy no quería que duerman lejos de mí, puse un almohadón del otro lado de la cama y los alimente para después acostarlos. Alex estaba a mi lado y Joseph al lado de este, nos dormimos...

Los dos lloran, acaricio el rostro de Joseph para que se calme, pero me alerto al sentir el llanto de Alex, es diferente, es como si no pudiera respirar, abro los ojos de inmediato y coloco mi mano en su mejilla, está hirviendo en fiebre y tiene la nariz tapada... ¿cómo no me había dado cuenta antes?

-¡Peeta! ¡Peeta!-grito desesperada parándome de la cama y tomando a Alex mientras Joseph aun llora, trato de calmarlo. No tengo que decir más porque peeta ya está abriendo la puerta, estoy llorando con Alex en mis brazos, me giro para mirarlo.-tiene mucha fiebre, no puede respirar-le digo entre sollozos y con lágrimas en los ojos.

-tranquila -dice acercándose y tomándome de la mejilla-lo llevaremos al hospital-dijo tomando el bolso de los niños, estaba paralizada con mi niño en brazos, el tomo a Joseph que aun lloraba y pudo calmarlo.

Cuando salimos de la habitación, me hace esperar en el pasillo y deja a Joseph con su mama, le dice que le explicara después, entonces vamos en la camioneta, yo he podido calmar a Alex pero aún tiene fiebre. Agradezco tener a peeta a mi lado, porque de verdad he entrado en shock, no dije nada en todo el camino, solo me encargue de que los ojos de Alex se fijaran en los míos como dándole toda mi fuerza. Cuando llegamos al hospital y me abre la puerta, al sentir una brisa, Alex vuelve a llorar, miro a peeta desesperada, él me toma por la cintura y me guía a urgencias, cuando llegamos habla, yo no puedo hacerlo.

-señorita, necesitamos un medico urgente, mi hijo tiene mucha fiebre y no puede respirar bien-de pronto la enfermera se acerca y me pide a Alex, pero yo no puedo dárselo me aferro por completo a él, peeta me abraza más fuerte y me mira-dáselo katniss ella lo llevara con el doctor-como si hubiese sido tonto, se lo entregó a la enfermera y cuando se lo lleva, el vacío me invade, siento el frio de mi cuerpo y entonces coloco mis manos en mi corazón, tratando de sentir latidos, tratando de recobrar el calor, pero no puedo, es como si mi alma se hubiese ido con esa mujer.

Empiezo a llorar de manera desesperada, entonces peeta me abraza a él permitiendo que coloque la cabeza en su cuello.

-no quiero que le pase nada peeta, moriré si le pasa algo-dije entre lágrimas y sintiendo su perfume que me tranquilizaba.

-nada le pasara... te lo prometo, nada-me dijo mientras acariciaba mi pelo, notaba el nerviosismo en su voz, pero se mantenía fuerte, para sostenerme.

Seguimos abrazados y nos sentamos mientras una de nuestras manos se agarraban con fuerza, no había mucha gente, solo algunas personas pasaban por los pasillos laterales de la sala de urgencias, permanecí con mi cabeza en su hombro, llorando mientras el secaba mis lágrimas con el dorso de su mano, me rodeaba con su otro brazo y acariciaba mi cabeza para tratar de calmarme.

El mismo doctor que había atendido a peeta esa vez del accidente salió y se dirigió a nosotros. Me pare de inmediato y peeta lo hizo conmigo todavía tomando mi mano.

-¿cómo esta nuestro hijo doctor?-dijo el seguro imaginando que yo no podría hablar, solo miraba al doctor de una manera desesperada.

-tiene bronquiolitis, logramos calmarle la fiebre y tenía la nariz tapada debido a la mucosidad que causa la enfermedad, es muy común en niños de su edad, tenemos que medicarlo y también colocarle una máscara de oxígeno, seguirá internado hasta que mejore...

-quiero estar con el doctor-dije secando unas lágrimas.

Nos guio a una habitación; en medio estaba Alex, sus ojitos estaban abiertos y estaba asustado, tenía esa mascara y no pude evitar soltar un pequeño suspiro de desesperación al verlo, me acerque corriendo y tome su manito, cuando me vio empezó a llorar, peeta se acercó y acaricio su cabeza.