Y mi amor por ti, aquí perdurara-Primera temporada (FINALIZADA)

Capítulo 1 "Ya no me quiere"

Peeta es hijo de uno de los comerciantes más adinerados del distrito, Joseph Mellark. Su papá fue primero un panadero, después se asoció con mi abuelo y padre, quienes le proporcionan la materia prima para su industria; ellos crecieron mucho, amasando una gran fortuna, hoy en día es dueño de muchas panaderías no solo en el 12, sino en toda Panem.

Cuando mi padre aún era feliz solían bromear sobre "unir a las familias" cuando Peeta y yo fuéramos mayores nos casaríamos, así funciona el distrito y todo el país...tus padres eligen con quien te casaras. A mí no me molestaba lo que dijeran, y el hecho de casarme con Peeta tampoco era malo, después de todo, nos conocíamos desde que puedo recordar y éramos los mejores amigos...

En fin... estaba con Peeta jugando, en el lago que separa nuestras casas. Estábamos aprendiendo a andar en caballo, cuando de repente mi madre apareció y me dio un beso en la frente.

-te amo- susurro, y sin decir más se marchó de nuevo a la hacienda.

Al caer la tarde era hora de volver, cuando la vi, metía sus maletas en un taxi. Al cruzarse nuestras miradas corrí a su encuentro pero ella subió.

- ¿a dónde va mama?-le pregunto a mi abuela.

- se va por un tiempo, algún día prometió volver-es como si supiera que eso era malo. El hecho de que se llevase todas sus cosas, lo era.

Inmediatamente empecé a correr tras el taxi.

-¡mamá no te vayas!... ¿Cuándo volverás?-termine diciendo en un susurro para mí.

Las preguntas se abombaban en mi cabeza y perdiendo la fuerza caí al suelo arrodillada, llorando sobre las palmas de mis manos. Sentí unos brazos que me rodeaban, brazos que a pesar de ser los de un niño, irradiaban el calor de mil hogueras, siempre era así con él;

- tranquila Katniss, ella volverá, seguro vuelve pronto... no llores, estaré contigo hasta que vuelva, juntos esperaremos-me aseguro.

Así es que decidí más tranquila entrar a la casa y esperar en el sofá de la entrada, habremos estado ahí por horas, hasta que sin saberlo y entre lágrimas me quede dormida...

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Me desperté por unos ruidos que se escuchaban en el estudio de mi papá, eran ruidos de cosas rompiéndose, cosas siendo arrojadas, no sé como pero había llegado a mi cuarto, estaba en mi cama y escuchaba a mi abuela tratando de calmar el llanto de mi hermana en su habitación.

Me forje de valor y baje, para saber qué es lo que pasaba, al entrar al estudio lo veo, el hombre que tanto admiraba, aquel de ojos azules y cabello rubio corto, aquel del que solo sabía escuchar palabras bonitas; tenía una botella en las manos.

- ¡¿qué haces aquí?! ¡¿No te fuiste tú también con la zorra de tu madre?!- me grito.

- ¿papá que pasa? ¿Mamá no volvió todavía?- pregunte confundida.

-¿que si volvió?- rió amargamente- me haces reír niña- Que me diga niña en vez de preciosa me alerta de que algo no está bien-¡esa mujer nunca va a volver a pisar esta casa, no mientras yo esté vivo!

-¿qué paso? ¿Porque dices eso? La abuela dijo que volvería....

Es entonces que tiro la botella contra la pared, rompiéndola en mil pedazos y se acercó a la puerta donde me encontraba, veo sus ojos, esos ojos azules como el cielo, ya no son azules sino que tienen un color negro y están hinchados y rojos, ha estado llorando.

-¡¿qué parte de que nunca va a volver no entiendes Katniss?! -Me grita nuevamente, tiemblo por dentro, nunca lo había visto así.

-perdona papá, yo pensé...

-¡¿tu pensaste?! ¡Mejor no pienses y aléjate de mí! ¡No quiero volver a verte a ti tampoco! ¡Vete!- trata de empujarme fuera del cuarto...

Lo abrazo, siempre ha cedido con mis abrazos y espero que esta no sea la excepción.

-papá te amo, nunca te dejare, siempre estaré aquí para ti, siempre estaré a tu lado, no me eches de tu lado, no me abandones como mamá, tu no- pedí entre lágrimas.

Siento que por un momento recibe mi cariño, pero solo en un segundo se deshace de él y me arroja al suelo, caigo sentada en el pasillo y sin decir más cierra de un portazo.

Me quedo de rodillas llorando al lado de la puerta, golpeándola y gritándole que me abra, pero no lo hace, sigue descargando su rabia con las cosas que arroja.

Es entonces que me doy cuenta que me acaba de echar y subo corriendo a mi habitación, recojo algunas cosas en una mochila y me marcho, se adónde ir, al lago.

Al llegar él está ahí, esperándome como todas las mañanas.

-¡hola! Tu abuela prácticamente me hecho ayer, quería quedarme hasta que tu madre volviera, pero me dijo que era demasiado tarde y me tenía que marchar....

Sin decir más corro y lo abrazo, solo necesito eso de él, que me abrace ahora que me siento tan sola en el mundo, mi papá me odia y me echo, estoy en la calle, pero tengo su abrazo, lo tengo a él, en este momento, aunque después me abandone como hizo mi mamá con mi papá.

-ella se fue para siempre Peeta- Le digo entre sollozos- y nunca volverá, ella me abandono a mí y a Prim, abandono a mi papá... él esta triste y enojado, además me echo, ya no me quiere, ya no tengo casa, estoy en la calle, nadie me quiere....

-¡no! ¡Nunca digas eso! Tú no estás en la calle porque tienes mi casa-dijo y corrió un mechón que estorbaba mis ojos por detrás de mí oreja- te quiero y puedes vivir conmigo, te voy a cuidar, siempre te querré aunque pasen mil años mi amor por ti aquí perdurara- y se toca el corazón diciendo eso último.

-¿en serio Peeta? ¿Siempre me querrás? ¿Nunca me abandonaras?..

-¡ni aunque me muriera dejaría de quererte! eres mi mejor amiga, te prometo que nunca te abandonare... sino que me trague la tierra y que los gusanos se coman mis tripas.

Me rio, a pesar de todo, él me hace reír, e imaginármelo con gusanos me causa risa.

-así me gusta, que te rías, tener esa sonrisa es lo mejor para mí, en toda mi vida no me cansaría de tenerla.

-gracias Peeta, también te prometo que nunca te dejare y siempre te querré sino que los gusanos se coman mis tripas, eres mi mejor amigo en el mundo- lo abrazo, estamos así un largo tiempo solo abrazados...