Capítulo 2 "¿Qué haces aquí?"

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Cuando ya se hace tarde, decidimos ir a su casa, al llegar, su mama me recibe con los brazos abiertos, siempre me ha caído bien la señora Susan, le cuento lo que paso y solo asiente. Me prepara una habitación y ceno con ellos, todos me tratan normalmente, los papas de Peeta y sus dos hermanos mayores Josh y Luke. No es raro para ellos que me quede, no es la primera vez que lo hago...

-Katniss, ¿no crees que deberías avisar a tu abuela que estas aquí? debe de estar preocupada por ti- me pregunta Susan.

-no creo que se preocupe por mí, después de todo, si mi papa me echo ella no puede hacer nada para que vuelva-admito.

-creo que deberías hablar con ella, contarle lo que paso, quizá no está enterada-interviene Joseph conciliador.

-quizá no se enteró, tienen razón-me carcome la culpa de haber preocupado a mi abuela - ¿puedo usar su teléfono por favor?

-si claro, ¡Esta es tu casa! Puedes usar lo que quieras cuando quieras, sabes muy bien que eres como una hija para mí- dice el señor de la casa arrodillado ante mí, agarrando mi pequeña mano entre las suyas, se sienten tan suaves, es como un padre para mí también.

-gracias por todo lo que hacen por mí, los quiero, son mi familia también-me sonríen y el hombre sigue hablando.

-no tienes que agradecer nada, siento que es mi deber cuidarte - puso su mano en mi mejilla- me recuerdas tanto a tu abuelo, eres su viva imagen, a él le estoy tan agradecido, confió en mi cuando nadie más lo hacía, gracias a él tengo todo lo que podría haber querido, una familia, y un trabajo que amo.

Luego de recibir todo el amor de esa familia, me fui a hablar con mi abuela.

-.... ¿hola? ¿Katniss? por favor dime que eres tú-dijo en un tono preocupado del otro lado del teléfono.

-hola si, abuela soy yo, no te preocupes estoy en casa de los Mellark, voy a vivir aquí porque mi papá me echo, ellos me quieren, estaré bien aquí.

-hija pero ¿cómo me haces esto? Te busque todo el día. No sabía nada de ti, nadie sabía nada- menciono con desesperación.

-perdóname abuela pensé que habías hablado con mi papa sobre ello, ¿él como esta?-a pesar de lo mal que me había tratado lo seguía amando, me seguía preocupando.

-él está encerrado en su estudio, tienes que volver para que cambie, por ti y por tu hermana el cambiara- aseguro convencida.

-no lo creo abuela, él me odia, lo sé, puede que vuelva a visitarte, pero no volveré a vivir allí. Tengo que cortar, no me gusta hablar tanto por un teléfono que no es el mío, te iré a visitar pronto no te preocupes, te amo, cuida a Prim, adiós.

-adiós mi niña, cuídate.

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Los días pasaban rápido en la casa de mi amigo, nos divertíamos a pesar de mi tristeza, él siempre me sacaba una sonrisa...

Veníamos corriendo de la cocina y me quede estática al ver quien nos visitaba, ahí estaba, él estaba hablando con la señora Susan, ¿qué hacía aquí? Nuestras miradas se cruzaron.

-hola preciosa, ¿acaso no vas a saludar a tu tío?- no lo podía creer, mi tío Finnick estaba aquí, sin pensarlo dos veces corrí y me arroje a sus brazos, desde las vacaciones no lo veía, no sabía porque siendo mitad de año había vuelto.

-tío, ¿qué haces aquí? no te esperaba hasta las dentro de unos meses...

-estoy aquí para buscarte, para que vuelvas a tu casa, tu hermana y la abuela te extrañan, tu papá también.

-eso no lo creo, él mismo me hecho, ¿no lo sabes?

-mamá me conto algo, pero eso no importa, vengo a buscarte, de ahora en adelante yo me hare cargo tanto de ustedes, como de la hacienda.

-pero tío, ¿ya terminaste de estudiar? No dejes tus sueños por nosotras...

-eso no debe de preocuparte, por fortuna me recibí la semana pasada, y ya pensaba en volver.-eso era mentira, mi tío era uno de los mejores de su clase y de seguro podía aspirar a puestos grandes, a viajar como a él le gustaba y no tener que dedicar su vida a una hacienda en el último rincón del mundo. Sin embargo sonrió.

-qué bueno, ¡te felicito! el abuelo debe de estar orgulloso de ti.

-si preciosa, y a él no le gustaría que no estés en tu casa, ya volvamos, quiero que conozcas a alguien especial y en casa espera por ti.

-¡¿en serio?!-me encantan las sorpresas-¿quién?

-eso solo lo sabrás si vuelves a tu casa.-me dice con una gran sonrisa.

Con mi tío Finnick pidiéndome que vuelva, no tengo otra opción, sus ojos verdes me convencían fácilmente, siempre lo ha hecho y siempre lo hará. Decido volver, solo porque él me lo pide, también porque a pesar de haber visitado a mi patito, me dolía estar alejada de ella en las noches, no poder vigilar su sueño.

FLASHBACK

Las veces que fui de visita estos días que estuve fuera de mi casa, nunca vi a mi papá, el seguía en su estudio emborrachándose. Un día cuando no escuche más ruidos decidí entrar, el hombre que más había admirado hasta el momento estaba tirado en el suelo a los pies del sofá, sigilosamente me acerque y al estar en frente no pude más que sentir lastima por él, me dije que no era su culpa, todo era culpa de mi madre, ella nos abandonó, ella era la culpable de todo, nunca iba a perdonarla por lo que nos hizo, siempre la odiaría. En ese momento lo bese en la frente y aunque no me escuchaba le hice una promesa.

-te prometo papá que nunca te dejare, siempre te querré, aunque tú ya no me quieras. Buscare la manera para que vuelvas a quererme, no te voy a abandonar como hizo mi mama- suspire convencida de lo próximo que diría- me prometo a mí misma nunca enamorarme, nunca dejar que una persona entre en mi corazón tanto para quererla más que a mí misma, no dejare que nadie me lastime de esta manera y te voy a cuidar lo que me quede de vida... te amo.-sin decir más me fui, cerré con cuidado y desde ese momento no lo vi más.

FIN FLASHBACK

Al volver a mi casa, mi abuela y hermana me recibieron emocionadas, me abrazaron y besaron como nunca, como si me hubiese ido mil años. Mi tío se acercó al salón y no lo creo, pero si, viene de la mano de una mujer de pelo castaño casi pelirrojo de ojos tan verdes como los suyos.

-mira Katniss, ella es Annie, es tu tía Annie, nos vamos a casar pronto.-me dijo mientras ella me enseñaba el anillo de compromiso.

-hola Katniss, me da gusto conocerte al fin, me han hablado mucho de ti, espero que nos llevemos bien y que llegues a quererme tanto como siento que ya te quiero.-sin más me abrazo, yo correspondí ese abrazo, ella era mi familia ahora, mi tío la había elegido y estaba feliz con ella, se le notaba.

En ese momento lo supe, quizá había perdido a mi madre, pero había ganado a mis tíos; ¡sí!, ahora tenía tíos, tenía a mi abuela, a Prim, a Peeta y a su familia y a medias tenía a mi papá, además me tenía a mí misma, tenía que salir adelante, se lo había prometido a mi abuelo, le había prometido cuidar a mi familia y ser feliz; sabía que podía ser feliz sin necesidad de enamorarme...

Y mi amor por ti, aquí perdurara-Primera temporada (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora