8. Una Visión al Pasado

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CAPITULO 8 "Una Visión al Pasado"

Por unos segundos todo se oscureció y cuando volvió la luz ya no estaba Apolo en frente de ella, en realidad había desaparecido

-¿Dónde estamos?- preguntó volteando hacía alrededor en busca del dios sabiendo que debía estar por ahí, porque aunque no lo veía sentía su presencia cerca.

Analizó el lugar y parecía estar en su palacio, pero no en sus aposentos, y además el palacio se veía ligeramente diferente, entonces casi soltó un grito de sorpresa cuando se vio así misma al entrar al ala.

Se dio cuenta que era ella misma pero más joven debía de ser por lo menos unos diez años más joven porque su cara estaba libre de cualquier marca de expresión y sus mejillas tenían ese color rosado de la juventud, su yo más joven parecía un poco preocupada y se llevó una mano al vientre plano, Adara intentó tocar su hombro, pero su mano la traspaso, además, aunque estaba justo a unos solos centímetros de sí misma no parecía darse cuenta de su presencia.

-¿Qué está pasando? ¿En dónde estoy?- preguntó Adara en voz alta con la esperanza de que su yo más joven la escuchará pero ella seguía viendo por la ventana sin inmutarse.

-En mis recuerdos.- murmuró Apolo apareciendo justo a un lado.

-¿Qué hago aquí? Déjame en paz- le espetó alejándose y luego agregó- pero primero sácame de aquí.

-Tienes que ver el recuerdo, quería la verdad la vas a tener.

Entonces ambos voltearon a ver a la Adara más joven que seguía viendo por la ventana con la mano en su vientre.

-No estás embarazada.- murmuró un Apolo del pasado aunque lucía exactamente igual que ahora.

Adara volteó a ver al dios con una expresión preocupada

-¿Quién eres?

-¿No adivinas, preciosa? Acaso mi presencia no te encandila soy Apolo.

La Reina joven se quedó con la boca abierta sin saber cómo reaccionar, hizo un torpe intento de reverencia y luego sus mejillas se pusieron más sonrosadas.

-¿Ya nos conocíamos?- le preguntó la actual Adara sorprendida al dios mientras veía como en el recuerdo ella entablar una charla algo superficial al dios.

-Sí, desde antes, no lo recuerdas porque borré tu memoria, eras más cohibida que antes, ahora pon atención y no te repetiré el recuerdo.- le repitió con cierta dureza.

-...P-pero tú, le prometiste a mi marido que tendríamos un hijo, ahora no puedes decir que tú no...

La miró con desesperación era obvio que la presión de dar un heredero barón al rey la estaba aplastando, no solo por Heralto sino por todo el reino.

-Sé lo que prometí, pero lo consulté con mi oráculo, y me dijo que no estabas destinada a tener otro hijo de Heralto al menos vivo, sus palabras exactas fueron algo así como: "...se marchitaran en su vientre..."

Ella se estremeció probablemente recordando que había perdido sus últimos hijos, o al más reciente que había muerto con tan solo unos días de nacido.

-Pero tú se lo prometiste...

-Le prometí que tendrías un hijo que sería el heredero de Kricia, nunca dije que tendría que ser suyo.

-¿cómo?- preguntó ingenuamente.

-Adara cualquier hijo mío sería un semidios, además todos mis hijos mortales han sido varones y te puedo asegurar de que será un niño sano.- el dios se acercó lentamente cortando espacio entre ellos.

La Indecisión del SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora