Heralto hizo una promesa hace diez años con el dios Apolo le daría la mano a una de sus dos hijas, si el dios le concedía un hijo varón. Diez años después Apolo viene a cobrar su trato esperando escoger a una de las dos princesas que son catalogadas...
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CAPITULO 43. "Manipulado
Apolo fue a visitar a su madre ella vivía en la isla en donde había nacido, y era muy raro que Leto saliera de esa pequeña isla, siempre que iba le traía los chismes del Olimpo, ya que Artemisa aunque también visitaba a su madre estaba muy desactualizada con lo que sucedía con los dioses, Artemisa era tan aburrida y estirada a veces no podía creer que ella fuera su gemela.
-Sentí que estuvieron aquí, tú y tu esposa ¿porque no me presentaste a tu esposa, hijo?- le preguntó su madre.- Venir a la isla y no visitarme puede tomarlo como una ofensa.
-Estoy seguro que Adara no quería ofenderte, lo que pasa es que no estaba en su mejor momento, ya sabes fue mortal antes, esta lidiando con todo lo que conlleva ser una diosa, no ha sido tan fácil.
-Hubiera querido conocerla, me alegro de que por fin sientes cabeza hijo, estuviste mucho tiempo siendo soltero, aunque pensé que te casarías con alguna de tus musas que hubiera sido más adecuado y no con una simple mortal.
-Adara no era cualquier mortal, era una reina, creo que es adecuada para mi- la defendió.
Leto le lanzó una mirada maternal.
-No te enojes hijo, te estoy diciendo que quiero conocerla, ojala hubiera ido a su boda.
Leto pocas veces salía de Delos era el único lugar en el que su madre se sentía segura, ne cierta manera para Apolo también le tranquilizaba saber que su madre siempre estaría ahí, para cualquier momento que quisiera visitarla.
-Mamá sabes que sí alguien te hace daño sufriría mi ira que no es poco, y si eso no bastara solo también la ira de Artemisa, no tienes que temer por salir, nadie se atrevería hacer algo.
-Hera me sigue odiando aunque han pasado milenios, pero su rencor no apaciguado.
Apolo apretó los puños no soportaba que alguién tocase o si quiera amenazara a su madre.
-Creo que puedo derrocarlo, entonces mandaría a su esposa al tartaro donde no podrá volver a hacerte algún tipo de daño.- no era la primera vez que pensaba en lanzar a Hera al tartaro.
-¡Apolo Febo! ¿Quién te metió esa idea en la cabeza?- lo regañó Leto totalmente escandalizada por las palabras de su hijo.
No quiso responder pero su madre lo supo.
-Oh hijo, eres igual a todos los hombres y dioses, ¿como te dejas manipular por una mujer?
-No me está manipulando madre, solo creo que podría ser un mejor rey, y estoy seguro que puedo contra él y si Artemisa me ayuda (que estoy seguro que lo haría) y puedo confiar en Poseídon siempre ha sido mi tío favorito... y...
-Escuchame Apolo, no quiero volver a escucharte hablar así, en este universo hay un orden, es estable y no quieres iniciar una guerra entre los dioses ¿me escuchaste?
