La Indecisión del Sol

6. Rayo de Sol

CAPITULO 6. "Rayo de Sol"

Tras pensarlo por unos días se dio cuenta que debía seguir las sencillas palabras de Apolo, debía aprender a vivir con sus emociones, por muy fuertes o intensas que ahora se sintieran, no podía seguir encerrada en sus aposentos siendo controlada por ellas, ¿Y qué mejor momento para volver a empezar que exactamente el día de su cumpleaños?

No es como que le hiciera mucha ilusión cumplir un año más, pero siempre se hacía una gran festividad en su honor, y todo el reino se ponía fiesta, repartiendo comida, todo se llenaba de música y festivales, cuando Heralto estaba enamorada de ella había declarado ese día como festivo para toda Kricia, y cuando dejó de estarlo se quedó porque toda la gente ya esperaba ese día con ansias.

Había despertado muy temprano en la mañana, apenas el sol empezaba a vislumbrarse dando la bienvenida a un nuevo día, lo que se le hizo extraño es que la puerta al balcón estaba entreabierta cuando estaba segura que en la noche la había cerrado, y cuando fue a cerrarla no pudo evitar soltar un grito ahogado de la sorpresa por el paisaje que veía, todo el jardín del palacio estaba repleto de jacintos de diferentes colores y ni siquiera era temporada de la flor, incluso le llegaba el leve aroma desde el balcón, era obvio que Apolo estaba detrás de todo eso.

Cuando volvió a entrar a la habitación se encontró con el dios sentado en su cama, con una leve sonrisa al ver su cara de sorpresa, definitivamente el dios no conocía lo que era tocar la puerta.

-Quería ser el primero que te felicitara, feliz cumpleaños, mi reina.

-¿Las flores? T-tú fuiste.- preguntó con la garganta seca.

-Digamos que Perséfone me debía un favor. ¿te gustó?

-Se ve realmente bonito el jardín, gracias.

Se había quedado algo conmovida por el gesto, pero al mismo tiempo se daba cuenta lo inadecuado que era, ¿acaso el dios no se daba cuenta que podía malinterpretar su mensaje? Sino fuera por la promesa de que se casaría con una de sus hijas casi podía pensar que estaba intentando seducirla. "Lo hace porque eres la madre de su futura esposa" susurró una voz en su mente. "Apolo jamás se interesaría en una mujer casada y con hijos".

-Y ese no es mi único regalo, te traje algo más.

-No es necesario.

-Claro que lo es, es tu cumpleaños, los dioses no festejamos eso pero entiendo porque los mortales lo hacen tienen vidas muy cortas.- le dedicó otra sonrisa tan radiante como él sol, y en sus manos materializó un collar que el centro tenía una estrella.

Adara tomó el regalo, en realidad el collar era bastante sencillo tenía collares que eran mucho más vistosos que ese, en realidad era más como una cadena, pero la aquella sencillez era lo que lo hacía hermoso.

-Dentro de la estrella capturé un rayo de sol, así siempre tendrás algo que iluminé tu camino, así sea en la noche más oscura o los momentos más tristes.

-¿En serio me estás regalando un rayo de sol?- preguntó sin poder creer las palabras del dios, si era verdad eso aquel collar ahora tenía un valor incalculable, pero no era eso lo que la conmovió sino sus palabras, casi podía sentir que aquel regalo simbolizaba la esperanza.

-Yo no miento, Adara.

-¿Me lo puedes poner?

Apolo asintió está se volteó se apartó el cabello para darle mejor acceso a su cuello al dios, este le puso aquel collar, sintió como sus dedos cálidos rozaban su piel, y como después de ponerle su collar, en vez de apartarse pasó una de sus manos por su cuello.