La Indecisión del Sol

48. Inmortal

CAPITULO 48 "Inmortal"

-No te alejes de mi, Ada- le pidió Apolo tomándola de la mano antes de que subiera el carro del sol.

-Ya te escuché.

Apolo la había convencido para salir bajo su cuidado, le dijo que después de practicar tanto tiempo estaba lista para conducir su carro solar, antes de salir le había dicho como un millón de veces que no se alejara de él, que si se separaba no podría cuidarlo, lo repitió tantas veces que había llegado a molestarla en realidad tenía una actitud bastante paranoica no parecía normal en él que siempre se veía tan relajado, y se tomaba la mayoría de las cosas con humor.

-¿Y sí destruyo el mundo?- preguntó pasando saliva mientras tomaba las riendas del carro. 

Apolo se negó ante su miedo y le dió un beso en la mejilla.

-No va pasar, tal vez podrías provocar una sequía o un incendió incluso un...- al ver la cara de espanto de Adara repuso.- solo estaba bromeado querida, hemos practicado lo harás genial ¿crees que te dejaría destruir el mundo?

Se relajó un poco al escuchar que bromeaba ese era más el Apolo que conocía pero incluso bromeando parecía estar tenso, como si también esperara un caos. 

-Creo que ustedes los dioses ven al mundo mortal como un tablero de juegos.

-Nosotros- le corrigió con media sonrisa llena de frialdad.- es nosotros, te incluyes en el grupo, eres uno de nosotros,  has estado algo ausente estos meses pero te impresionaría ver los altares que han levantado en tu nombre, muchos están a un lado del mió cosa que me gusta que sepan que eres mi reina.

-¿Por qué? ¿Porque es importante que los adoren?

-De ahí viene mucha parte de nuestro poder, de la adoración de los mortales, aunque es mejor que ellos no lo descubran y sino se darán mucha importancia.

-Así que también dependen de nosotros, ¿quien lo diría?

-De ellos- la volvió a corregir.- debes dejar de verte como mortal, eres una diosa. ¿acaso no sientes el poder en tu interior?- le susurró el dios al oído.

Adara lo sentía, era poderosa lo sabía, había accedido un poco a él pero tenía miedo a explotar ese poder, si lo usaba en su totalidad sentía que algo en ella se iba corromper.

-Lo siento, pero no lo quiero.

-Debes ser la único ser vivo en el mundo que no lo querría, Ada.- dijo mientras le dejaba un beso en uno de sus homros y la rodeaba por atrás con las manos bajando lentamente sus manos por su cintura por su cadera.- eres más poderosa de lo que creen los dioses, te subestiman por que fuiste mortal pero tienes mi sangre corriendo en tus venas, y la de Hecate.

-Vamos al exterior, estoy cansada de esta isla- se dió le vuelta mientras se dirigía al carro, escuchó como Apolo soltaba un gruñido.

Al parecer hoy Apolo no andaba de buen humor, parecía nervioso, era como si pensara que estaba en su contra o que iba a ocasionar un desastre, pero Adara no entendía el por qué, pero ignoró eso cuando comenzó a dirigir el carro, se sentía realmente en control, y no ocasionó un desastre natural, cuando terminaron de rodear el mundo se bajaron y Apolo la miró con orgullo.

-Te dije que podrías hacerlo, tienes talento.

-Gracias, bueno si ya terminamos iré a...

-No te alejes de mí, Adara- sintió como la tomaba de la muñeca y aunque su agarre su fue fuerte, se dio cuenta que no podría alejarse de Apolo le lanzó una mirada cautelosa, no le gustaba hacía donde estaba yendo todo eso.