CAPITULO 27. "Hades"
Hécate se limitaba a verla con media sonrisa por un largo tiempo analizando cada parte de ella, no sabía porque parecía tan interesada, tenía la sensación de que ella la conocía de hace tiempo, era como si estuviera estudiándola, al final murmuró:
-Apolo lo ha hecho bastante bien.
-¿Qué?
-Nada, querida, en conquistarte si que eres una belleza.
No le pareció que se refería a eso cuando mencionó lo de Apolo hizo bien pero no tenía tiempo para seguir indagando, así que intentando no verse tan ansiosa como en realidad le pasaba se adelantó:
-¿En serio puede ayudarme a curar a mi hijo?
-Sí, sí.
-Pero me dijo Artemisa que aquel veneno era algo que ningún dios podía...
-No soy una diosa, me consideró más una bruja, y desde luego ese veneno lo conozco bien.
-¿En serio?- preguntó con algo de alivio.- ¿Por qué?
-Yo lo vendí, un veneno muy potente e imposible de encontrar un antídoto.
-¿Por qué hizo eso? ¿Quién le pidió ese veneno? - preguntó enojada.
-No puedo decirte eso, querida, si revelara quienes son mis clientes entonces dejarían de confiar en mí, y tampoco sabía para quien era, y de todos modos yo solo ayudo a los que están dispuesto a pagarme lo que les pido, no me pongo a darles charlas sobre lo que está bien o mal, me gusta dejar que cada uno haga sus propias elecciones.
-Pero si hizo un veneno que no tiene antídoto ¿Cómo puede ayudarme?
-No tiene antídoto para nadie a excepción de mí, y Asclepio es demasiado bueno para crear antídotos, pero dudo que lo encuentres a tiempo... y tal vez para Apolo aunque lo dudo un poco, y de todos modos no puede ayudarte tu solecito no te puede ayudar, está castigado, Zeus lo obliga a ver lo que sucede pero sin poder interferir de ninguna manera, así que si curas a tu hijo también liberas a Apolo.
-¿Está atrapado?
-Si vuelve hacer algo que desafíe a Zeus su castigo será más severo, esto solo es un pequeño aviso.
A pesar de que Hécate parecía ser como todos los dioses egoístas sin ninguna consideración hacía la vida humana por alguna razón no le desagradaba de todo, sentía cierta conexión inexplicable hacía la bruja, ella también parecía sentir un cierto agradó hacía ella ya que percibía que le lanzaba una mirada orgullosa, casi le recordaba a una madre.
-Entonces dame el antídoto.
-Primero tendrás que ayudarme ya te dije.
-¿En qué?
-No pareces dudarlo.
-Es la vida de mi hijo, no me importa haré lo que sea que me pidas, pero necesito ese antídoto ya.
-Necesito que vayas al inframundo le des una carta a Hades de mi parte.
-¿No puedes pedirle ese favor a Hermes?
-Hermes es bastante chismoso abriría la carta y solo quiero que la lea Hades, no puedo entrar a su territorio así que no puedo darle la carta yo, pero tú aún puedes entrar.
-Bien, lo haré.- respondió sin pensarlo mucho.- ¿Dónde hay una entrada al inframundo?
-No lo tienes miedo a la muerte ¿eh?
Claro que tenía miedo de ir al inframundo pero le importaba más Alejandro en ese momento no quería analizar nada, dejaría todo para después primero salvaría la vida de su hijo, más tarde podría pensar en todo.
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La Indecisión del Sol
Historical FictionHeralto hizo una promesa hace diez años con el dios Apolo le daría la mano a una de sus dos hijas, si el dios le concedía un hijo varón. Diez años después Apolo viene a cobrar su trato esperando escoger a una de las dos princesas que son catalogadas...