50. La ira de una diosa

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CAPITULO 50 "La ira de una diosa"

Jenara le lanzó una mirada asustada a su hermana menor cuando la vió aparecer en su habitación, claro que sabía lo que había pasado pero era extraña que su hermana ahora fuera una diosa y que estuviera casada con un dios, la última vez que la había visto fue hace un año cuando la acusaron del asesinato de Heralto y la encarcelaron. Debía admitir que se veía diferente, incluso siendo reina su hermana había tenido un gusto sencillo, y ahora parecía lo contrario iba ataviada de joyas que valían más que algunos reinos (suponía que algo se le debió pegar de su marido que a veces solía ser un poco extravagante), pero no solo era su forma de vestir.

-Jenara tienes que venir conmigo a Kricia.

-¿Pero que ha pasado? Ada hace tiempo que no te veo y las cosas han cambiado mucho desde esa vez, tal vez tenemos que hablar.

-No hay tiempo para explicaciones.- le dijo apurada. 

Y sin preguntarle la transportó a ambas, ahora estaban en el palacio que había sido el hogar de Adara por muchos años.

-Adara ¿qué pasa? ¿que hacemos aquí?

-Tienes que cuidar a Alejandro ayudarlo a establecer su nuevo reinado y asesorar a Kaia a tomado muy mala decisiones, necesita alguien que los apoyé debido a que lo tengo prohibido debes ser tú, eres la única persona en la que podría confiar.

-Pero Adara yo también tengo un reino e hijos y...

-Eso no importa, tu esposo sigue vivo y tus hijos ya son grandes, pueden cuidarse por sí solos, además tienen personas en que confiar. 

-¿Y el consejo? ¿Y Proteo? Yo pensé que ellos se harían cargo. 

-Están... ellos están muertos.- tartamudeó pero al final su tono recuperó la severdidad de antes. 

-¿Muertos? ¿Todos?- preguntó extrañada. 

-Todos.

-Pero ¿como puede morir todo el consejo al mismo tiempo? Los mataron, debieron matarlos, es lo único lógico, ¿Y tú hijo? 

-Yo me encargué de su seguridad y esta bien. 

-Adara esto es...- se quedó callada analizó su hermana que se notaba incomoda, comenzó a pensar en algo pero su hermana no los mataría, durante su reinado había sido una reina piadosa, a veces pensaba que demasiado, Heralto había sido el severo con los que rompían las leyes.- ¿donde están los cuerpos? ¿quienes fueron los asesinos?

-No hay cuerpos.

-Adara ¿acaso tú los mataste?

-Se lo merecían, conspiraron contra Alejandro, iban a obligar a mi hija a casarse con Proteo y asesinar a mi hijo después de la boda, la traición se castiga con la muerte, tu misma lo sabes Jenara. 

-Pero después de un juicio en donde se dictaminara la sentencia, de cada uno de los acusados. 

-Creeme Proteo no se iba rebajar a un juicio, yo sabía la verdad, vi su conspiración, yo dictaminé su setencia. 

Podía ver ahora más el cambio de su hermano sus ojos seguían siendo lo mismo pero ahora había una chispa de ira en ellos que antes no había, su porte era más orgulloso que antes, tenía miedo lo que podía hacerle la inmortalidad y el poder a su hermana. 

-Has cambiado Adara.

-¿A que te refieres?

-Empiezas a tener su arrogancia y su crueldad.

-No es cierto, Jenn.

-Los mataste a todos.- le dijo on incredulidad de que no se viera afectada. 

-¿Vas a cuidar a mi hijos? 

La Indecisión del SolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora