CAPITULO 33. "Mascara"
Adara no sabía que pensar o por lo menos no quería ver la realiadad, no quería pensar que Apolo estuviera haciendo algo a sus espaldas, no quería imaginarse que él era como los otros dioses, lo amaba demasiado pero las cosas que había dicho Eros sumado a que había visto muchos cambios en ella, no podían pasar por alto.
Debía concentrarse en la boda pero no podía solo quería respuesta, podía llamar Apolo pero tenía miedo a que todas sus sospechas fueran realidad.
-¿Te encuentras bien, mamá?- le preguntó Alejandro.
-Sí, claro, solo estaba... pensando en la boda- le mintió.
-Lo pensé mejor, y quisiera conocer a Apolo, ya sabes a quien me refiero.- parecía inseguro.
-Si, yo lo has conocido.
-Solo lo he visto pero nunca he cruzado más que unas cuantas palabras, mis hermanas lo conocen más que yo y me gustaría conocerlo ¿puedo hacerlo, mamá? No se tiene que enterarmi padre o mejor dicho el rey... es confuso.
En otro momento Adara se alegraría de que Alejandro por fin parecía sentir interés por su verdadero padre, pero ahora no era ese momento, no cuando sentía que todo estaba por derrumbarse, que Apolo no era lo que ella había pensando, pero su hijo lo veía con ojos esperanzados.
-Sí, claro, hablaré con él, pero los dioses no pueden ver a sus hijos mortales mucho tiempo, lo sabes ¿verdad?
-Sí, pero solo sería una corta charla, gracias.- su hijo sonrió por primera vez en semanas volvía a parecer un niño de diez años.
-Dame un abrazo, cielo.
...
Apolo buscó a Adara se estaba terminando de lavar la cara cuando entró a la habitación, se había intentando mantener apartado como le había prometido mientras tuvieran visitas, pero habían pasado días sin que cruzaran palabras, sin que pudiera besar sus labios, ni sentir su suave piel, y no podía seguir un día más sin tenerla entre sus brazos. Solo podía verla unos minutos mientras dormía cuando ponía la poción en su bebida sin que se diera cuenta.
Cuando la reina se dio vuelta se encontró con Apolo mirandola con media sonrisa de enamorado se quedó sin palabras, pero tampoco pudo decir mucho porque este se acercó a besarla, Adara no se apartó pero tampoco le correspondió el beso, cuando el dios notó que esta no se movía de su lugar se separó de ella.
-¿Algo te sucede, hermosa?- dijo mientras tomaba su rostro entre ambas manos.
-No, no, solo...
-Los preparativos de la boda te tienen cansada ¿no es así? No te culpo este palacio esta repleto, por suerte se casará mañana, cuentame de los chismes de la corte, estoy seguro que tendrás uno muy bueno.- le sonrió intentando hacer algo de conversación al notar que no había respuesta de Adara agregó.- Me puedo encargar de hacerte el día más fácil, me encargaré de que ese día este el cielo despejado, que el lugar este lleno de flores, que los pajaros canten, será la boda perfecta, no te estreses con los preparativos yo te ayudaré en lo que me pidas.
ESTÁS LEYENDO
La Indecisión del Sol
Historische fictieHeralto hizo una promesa hace diez años con el dios Apolo le daría la mano a una de sus dos hijas, si el dios le concedía un hijo varón. Diez años después Apolo viene a cobrar su trato esperando escoger a una de las dos princesas que son catalogadas...