Capítulo 4: Pasillos Concurridos.

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¿Por acá? No, ni en pedo.

>>Genial, ya te perdiste<<

¿¡Y me culpas!?¡¡Este lugar es un laberinto de escaleras y casillas!! Le tuve que hacer caso a Bianca el lunes, necesito ese tour. Me lo viene ofreciendo hace más de una semana, pero soy demasiado necio y tengo demasiado que estudiar como para tomarme el tiempo de, al menos, conseguirme un puto mapa.

—¿Perdido novato?— Preguntó una voz femenina extremadamente aguda y chillona a mis espaldas.
—¿Tan obvio es que soy nuevo?— Pregunté en respuesta.

Me di vuelta y observé a la chica que me estaba hablando. Alta, rubia teñida de ojos marrones tan oscuros que casi parecen negro. Delgada, con una cintura marcada, pero dudo mucho que sus atributos sean, bueno, naturales. Son muy exuberantes y se notan demasiado ajenos a su cuerpo...

>> ¿Pero cuantos años tiene? ¿15? ¿16? Porque es más chica que vos<<

—Algo osito, pero no te preocupes... Yo te puedo guiar si querés...
—Ehhhhhh... Creo que no, gracias— Respondí lo más educado posible mientras sacaba de encima la mano que había depositado en mi hombro. Se había acercado peligrosamente a mí y termine frente a frente con ella. Me sonríe coqueta, como si supiera que obtendrá algo de... Esto.

>>Desubicada<<

Ni que lo digas conciencia, ni que lo digas.

Comencé a caminar en dirección opuesta de la rubia sin siquiera despedirme, yo no inicié la conversación, no debo terminarla ni mucho menos continuarla. Por detrás sentí como había comenzado a caminar detrás de mí, las plataformas de esas zapatillas es otra cosa a la lista de sus exageraciones.

—Para... Vos no me estas rechazando ¿¡Verdad!?— Chilló exasperada.
—Ya lo hice muñeca— respondí dando por finalizada la conversación, cansado de sus boludeces.
—¡¡La vas a pagar novato!! ¡¡Nadie rechaza a Martina Valeria Bosch y sale ileso!!— Gritó enfurecida a mis espaldas y solo la ignoré.

>>Como si esa amenaza diera verdadero miedo<<

La verdad.

Miré mi reloj y maldije en voz alta. Son las 11:35, no llego ni en pedo a filosofía. ¿Y ahora qué?

>> ¿Buscamos el aula, para esperar en el baño más cercano mientras te fumas uno para después buscar a Bianca? <<

Podría ser... Pero no puedo arriesgarme a que me vean fumando en las primeras dos semanas de clases, supongo que esperaremos para eso...

—¡¡Auch!! ¡¡Fíjate por donde caminas imbécil!!— Dijeron a mi lado a la vez que recibía un fuerte golpe en mi costado derecho.
—¿Pero qué mier...
—No te molestes en disculparte idiota— me cortó rápidamente la chica con la que aparentemente me golpee sin intención. —La cagada ya te la mandaste, solo te voy a decir que hoy la dejo pasar, la próxima no vas a tener tanta buena suerte— demandó y la miré por primera vez desde el golpe con el ceño fruncido sin entender su enojo, ella se me atravesó.

Sus ojos son impactantes, heterocromáticos, de colores azul cielo y un ámbar casi café. De baja altura, cabello castaño claro medio ondulado bastante largo, un piercing en la nariz y unos labios carnosos. Es bajita, incluso podría ser de la altura de Bianca, pero su contextura física es más corpulenta, con más curvas y más definición. Su ceño me mira enojado, como si el que estuviera en falta fuera yo, cuando ella hasta hace 2 minutos no estaba en mi campo de visión.

—Mira princesita...
—¿¡Me dijiste cómo!?
—No no, ahora hablo yo— le corté rápidamente. —No sé cómo te llamas o quien sos, pero tengo demasiados conflictos personales como para que vos y el resto de princesitas de éste colegio vengan a querer hacerse las superiores. Con los pibes me puedo agarra a las piñas, pero por muy machista que suene, nunca le tocaría un pelo a una mujer, así que voy a dejar esto en claro: Vos, Martina y todas las demás pueden comprarse una tortuga e irse bien despacito a la mierda porque no voy a soportar que me pisoteen solo por ser becado— repliqué cansado, dándome mi lugar frente a una privilegiada nacida en cuna de oro.

Se quedó callada por unos minutos, analizando la situación. Me clavó una mirada tan neutral que hubiese intimidado a cualquiera, pero sobreviví al Gallinero, la vida en las calles y a monjas enojadas que te juzgan con todo "el poder que les ha dado servir al señor" ... Puedo con una princesita que se las da de "bad girl". Al ver que no me inmuté ante la pesada mirada fija a mis ojos, se relajó, acomodó su cabello y comenzó a caminar en dirección contraria de mí. Me di vuelta y vi cómo contorneaba sus caderas con, hay que admitirlo, una muy buena retaguardia.

—Solo te voy a decir que NUNCA más vuelvas a insinuar que Mía Morandi se tolera con Martina Bosch, porque yo seré una mierda, pero no tanto como la oxigenada


El tono en su voz era tranquilo, pero se notaba cómo quería asesinarme al mismo tiempo, podría decirse que si la pasivo-agresividad tuviera un rostro y una voz sería la de... ¿Mía? Así se llama ¿No? La observé irse mientras analizaba esta loca situación. De verdad que esta enana tiene carácter, a diferencia de la chica que por poco me salta encima.

>>Che, Antonella, la agradable mujer que nos hospeda ¿No se apellida de Morandi? <<

¿Ciertono? Bueno, en el caso que sean familia, tendrían mucho en común. Pero si sonfamilia hay muchas probabilidades de que esta chica sea una princesita porquerespeto y creo que llegaré a querer mucho a Antonella, pero me dio todo sinsiquiera conocerme y no es nada mío... Imaginar cómo fue con su hija, con elfruto de su vientre no es difícil. Y al final de todo esto, solo sé que almenos me llevo la satisfacción de haber puesto en su lugar a dos de los cientosseres humanos privilegiados en este lugar.





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El Enigma Del AngelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora