—¿Por qué tiene que ser tan confuso?
—¿Los nombres o los precios?
—Todo— dice Teo en un suspiro y me roba una sonrisa. —¿Por qué estoy yo acá?
—Porque Mia y Bianca ya me acompañaron en las semanas pasadas— dije tranquilo. —Y ya que me condenaron a la cocina, ustedes se deben bancar mis caprichos y mis viajes al súperMateo bufó a mis espaldas y yo volví a las frutas, no encontraba una sola bandeja de arándanos en buen estado.
—¿Sabes que vamos a hacer esta semana? ¿Qué tenemos?
—¿Aparte de la fiesta de cumpleaños de los Sevillanos? Nada mas según yo— dijo tranquilo. —Ah, bueno, el fin de semana tenemos que ir a lo de los D'Grecco en un lago de no sé dónde carajo
—Bueno— respondí perdido... ¿Por qué me suena ese apellido?
—¿Nos falta algo más?— interrumpió Teo mis cuestionamientos.
—No, no hay arándanos en condiciones... Y ninguna cosa que no sea procesada en general— dije viendo con gran decepción las verduras en pésimo estado. —Es hora de irnos
—¿Y todo lo que estuvimos buscando en los últimos cuarenta y cinco minutos?
—Vamos a ir a un mercadito orgánico que encontramos la semana pasada con Bian para las frutas y verduras; pero te hice quedarte porque la última vez las zanahorias estaban frescas...
—Mejor, salgamos de acá— pidió estirándose. —Necesito nicotina
—Como digas... EsperaSaqué el celular del bolsillo porque vibraba con fuerza y contesté apenas distinguí su foto de perfil.
—¿Qué pasó principessa?
—Hola esmeraldas, necesito algo...
—Te pregunté antes de salir...
—Pero no es para mí— a lo lejos sentí como Bianca la insultaba, me reí al entender lo que estaba pasando. —Necesitamos tampones acá...
—¿Qué marca?— pregunté y sonreí al notar como Mia repetía mi pregunta.
—Cualquiera que sea para flujo medio y que tenga aplicador
—Dalo por hecho... ¿Enya tiene algún antojo?
—¿Vas a cumplirle sus caprichos?
—Me hiciste salir a las tres de la mañana por helado de frutilla— me reí al recordar esa madrugada. —Así que, si mi mejor amiga quiere chocolates, helado o algo antes de que volvamos a casa, podemos hacer eso...Se oyeron voces apagadas al otro lado de la línea, aparentemente lo estaban meditando.
—Helado de chocolate, franuis y un pote de frutilla para mí
—Malcriada
—Así me amas
—Así te amo, ya vamos
—Los vemos acáSin más corté la llamada y suspiré, esa chica va a matarme un día de estos.
—¿Todo bien con Bian?— interrumpió Teo.
—Sí, solo necesitan unas cosas... ¿Sabes lo que son las franuis?
—Son frambuesas bañadas en dos capas de chocolate, la pelirroja las adora— dijo con tranquilidad. —¿Inés?
—¿Perdón?
—Ya sabes...
—No entiendo
—¿La que viene cada mes?— preguntó con duda y lo miré confundido
—¿Qué si le llegó el periodo? Si Teo, le llegó— disfruté como a mi amigo se le enrojecían las orejas mientras bajaba la mirada.Comencé a caminar hasta el pasillo de higiene personal y busqué los tampones que me habían indicado. Encontré hasta abajo del estante una caja azul con florcitas rosas que indicaba lo que me habían dicho: Tampones con aplicador, tamaño medio; eran unos 20, pero supongo que no importa que queden... ¿O sí?
Poniendo la caja elegida en el carrito volví a mi amigo, quien miraba la variedad de productos con asombro. Divagando su vista entre tantas cosas, con todos esos tamaños, formas y colores extraños.
—¿Vamos?
—Por favor— sonreí ante su desesperación.Fuimos por el helado, las frambuesas y nos dirigimos a la caja para pagar todo lo comprado. Al salir del supermercado con las bolsas, cargamos todo en el auto que nos habían dejado y saqué los lentes de sol. Nos habían dejado un bonito porche descapotable color azul para manejarnos por la ciudad; Teo prendió un cigarro y fuimos hacia el mercadito de vendedores locales. Compré un buen queso, frutas y verduras de excelente calidad; aunque con la incomodidad de que dos de cada cinco personas nos ven con curiosidad y nos cuestionen por nuestra nacionalidad. Íbamos saliendo cuando para el costado vi como un florista acomodaba unos ramos preciosos en unos floreros sujetos a la pared. Volví hacia el auto y dejé las compras, para volver hacia el chico que acomodaba con especial detalle todas las flores.
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El Enigma Del Angel
De TodoLa historia de una persona puede iniciar en distintas etapas de la vida, distintos momentos y circunstancias; no siempre es cuando uno nace. Gabo bien que lo sabe, con su vida llena de limitaciones, reglas y estupideces. Sin un futuro, con ambicion...