—¿Alguna vez te dije lo caliente que te ves con lentes? — preguntó, entrando a la habitación.
—Varias veces... Una vez me gané una mamada solo por tenerlos puestos— eso le robó una carcajada. —¿Ya están todos, princesa?
—Falta Tena, dijo que estaba en camino. Dante mandó a buscarla... ¿Vas a decirnos que planeas?
—Ayúdame a levantar, vamos a hablarlo al salón— pedí, apartando mis apuntes.
Mia bufó, no le gusta nada que haga mis cosas, menos que me levante de la cama... Pero en menos de tres días tengo que estar fresco como lechuga, no magullado por los dos balazos de esa rata.
Apenas desperté, tranquilicé a todos y volví a dormir. La mañana siguiente, insulté en los tres idiomas que sé para qué me dejen salir del hospital: así terminé con internación domiciliaria. Desde entonces me tienen haciendo un reposo casi absoluto, camino cuando no me vigilan como halcones, pero eso no pasa seguido. Así que me puse al día con mis tareas; al fin y al cabo, terminar el secundario es una cuenta pendiente que necesito sacarme de encima.
Al entrar al salón todos a los que llamé, están aquí. Mi novia me ayudó a sentarme en un cómodo sillón individual. Ella se sentó en el apoyabrazos a mi derecha, con la espalda hacia la ventana y dejándome una visión clara de los presentes. Bonna y Greta estaban en un sillón grande; Dante le acercaba una taza de algo a su mujer. Lucian estaba parado firme, alejado del entorno familiar pero lo suficientemente cerca como para escuchar todo y Toto miraba con atención los leños apagados de la chimenea artificial.
—Gracias por estar acá... Yo sé que es raro, pero lo que pasó no puede quedarse así nomas
—Por supuesto que no, pero me sorprende que quieras participar— dijo Dante, quedándose de pie por detrás de su mujer.
—Es que tomé decisiones, y para ejecutarlas necesito el apoyo de ustedes, los expertos
—¿Y qué tenés en mente entonces, Gabito? — preguntó Toto, mirándome por primera vez a los ojos.
—Voy a tomar el lugar que me corresponde dentro de la familia D'Grecco... Y voy a cobrar la traición de Marconi por mi propia mano
Toda la sala quedó en silencio, las miradas incrédulas eran muchas; Mia no me miraba, pero sentí su tensión bajo mi tacto. Afirmé mi agarre en su espalda, solo necesito que ella me apoye, los demás solo me van a seguir sin importar nada.
—¿Estas seguro de eso?
—Por supuesto— respondí veloz. —Dante, toda la posición familiar ha estado en riesgo desde hace años... Es hora de estabilizarnos
—¿Y qué planeas hacer? — preguntó Bonna.
—¿Primero que nada? Presentarme en la cena del Don... Tengo entendido que esas cenas mensuales sirven para discutir estos asuntos en privado... Sin tanto show— Dante asintió.
—Pero para que eso funcione necesito que todos piensen que estoy muerto—Gabi... ¿Pero por qué... ?
—Porque no van a esperar a un fantasma en la cena, Greta... Es la forma de darle un golpe sorpresa
—Gabo, Claudio Marconi no es un tipo fácil de matar...
—Lo sé, Bonna, pero si burló una seguridad de alto nivel solo para balearnos, es alguien que no va a parar con una reprimenda
—Con eso te equivocas, Bito— sonreí ante su forma dramática de llegar. —Ese sistema de seguridad era una basura, cualquiera que sepa programar podría hackearlo
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El Enigma Del Angel
RandomLa historia de una persona puede iniciar en distintas etapas de la vida, distintos momentos y circunstancias; no siempre es cuando uno nace. Gabo bien que lo sabe, con su vida llena de limitaciones, reglas y estupideces. Sin un futuro, con ambicion...