Mi Secreto. (Jinx- JaekyungxKimDan)

Capítulo Sesenta y Uno.

Creí que tendría al menos unos días para enfrentar esta situación. Jaekyung me lo advirtió, pero no lo esperaba tan pronto, sólo pasó un día.

—¿No nos dejarás pasar? Somos los padres de tu jefe.

Hana se mantiene quieta en su lugar, impide firmemente que ellos pasen. La beta voltea para verme y obtener una respuesta.
Asiento, resignado, debo enfrentarlos ahora o se volverá problemático después.

—Pueden pasar.— Hana se hace a un lado y ambas personas ingresan con la cabeza en alto.

—¿Dónde está mi nieto?— la mujer observa cada rincón de la casa y cuando busca subir las escaleras, me coloco delante de ella.

—Jae-Hwan está durmiendo.— señalo el sofá y sonrío con calma.
—Podemos esperar un poco a que despierte...

—Si, si. Oye, traeme un poco de café.— mira a Hana y luego se acomoda en el sofa junto con su esposo, quien mantine el silencio.

Acompaño a Hana a la cocina y la miro en busca de ayuda. No sé que hacer con ellos, está claro que no les agrado y no quieren hablarme.

—Sólo responda sus preguntas, señor Kim, pero no dé mucha información. Asegúrese de dejarles claro que Jae-Hwan es suyo, que no tienen poder sobre él.— dice mientras prepara todo.
—El señor Joo vendrá en unas horas, ¿verdad?

Jaekyung fue al gimnasio para hablar con Yosep y Namwook. Yo también quería ir para ver el tema de la fisioterapia, pero me quedé porque Jae-Hwan estaba molesto.

—Si.— suspiro y miro en dirección a la sala.
—No quiero que Jaekyung se entere que sus padres están aquí. 

—Señor Kim, mantenga la calma y si es necesario, puede echarlos. Esta es su casa y puede hacer lo que quiera.

Asiento y cuando veo que termina, salgo primero y voy directo al sofá. La madre de Jaekyung evita mirarme, mientras que el Alfa sentado a su lado me observa fijamente.

—¿Cómo se conocieron?

—Fui contratado como su fisioterapeuta.— agarro la taza que me extiende Hana. Jaekyung se parece a su padre, ambos tiene una mirada pesada e intensa.

—Aprovechaste bien la oportunidad.— la mujer sonríe.
—Dime, recesivo, ¿cuánto tiempo te llevó meterte en la cama de mi hijo?

Dejo la taza en la mesita al sentir mis manos temblar. No respondo a su pregunta, sólo aparto la mirada a un lado y maldigo internamente al escuchar el llanto de Jae-Hwan.

—Oh, ya despertó.— la mujer hace amago de querer ir, pero Hana se adelanta y sube las escaleras para luego regresar con mi bebé en brazos, quien continúa con su llanto.

Me levanto de un salto y me acerco a ella para cargar a Jae-Hwan. Hana me observa por unos segundos y termina por retirarse al recibir un asentimiento de mi parte.

—Lo siento, Jae-Hwan está un poco molesto hoy.— acuno al bebé mas cerca de mi pecho y él agarra parte de mi ropa mientras se tranquiliza.

—Eso es porque no quiere estar contigo. Los dominantes buscan a otros dominantes por instinto, deberías dejarlo con nosotros unos días...

—No, Jae-Hwan es mi bebé.

Nos quedamos en silencio después de eso. Jae-Hwan busca en mi pecho con insistencia, pero lo alejo para que no llene de saliva mi camisa.
No puedo alimentarlo delante de ellos.

—Jaekyung debe estar feliz con el bebé, recuerdo que soñaba tener cachorros con su compañero destinado.— la mujer toma su café con delicadeza, el hombre a su lado asiente y mira al bebé con ojos brillosos.