capitulo:16

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-¿cuándo pensabas decirme que eras una savant?- esa si era una buena forma de empezar una conversación

-¿una qué?- me detuvo bajo un farol de la calle y levanto el cuello de mi chaqueta.

-tienes que darte cuenta de lo increíble que es – sus ojos clavados en los míos con un color fascinante e inusual en su rostro moreno. No alcancé a comprender lo que me decía

-¿Qué es increíble? – rio y el sonido de su risa resonó en mis oídos

-ya veo, me estas castigando por haberme comportado como un idiota. Pero tienes que entender que yo no sabía que eras tú. Pensé que estaba haciéndole una advertencia a una extranjera despistada para evitar que la acuchillaran -Apearte sus manos de mi cuello.

-¿de qué estás hablando?

-unas noches antes de que nos encontráramos en el pueblo fantasma tuve una premonición. ¿Tú también las tienes? - la conversación se está tornando cada vez más extraña. Pensé mientras negaba con la cabeza

-tu corrías por la calle en la oscuridad... había un cuchillo... gritos... sangre. Tenía que prevenirte –muy bien y yo pensaba que tenía problemas. Jorge está gravemente trastornado. Tenía que alejarme de él.

-Mmm... Jorge gracias por preocuparte por mi pero es mejor que me vaya.

-no lo creo. Martina, tú eres mi alma gemela, mi pareja: no puedes marcharte como si nada

-¿no puedo?

-tú también tienes que haberlo sentido. Lo supe apenas me respondiste... fue como, no sé de qué manera expresarlo, como si se despejara la niebla. Pude verte de verdad – deslizo un dedo por mi mejilla y me estremecí - ¿tienes idea de lo raras que son las probabilidades de que nos encontremos el uno al otro?

-guau espera un poco ¿tu alma gemela?

-si – sonrió y me atrajo hacia el – nosotros dos ya no tendremos una existencia a medias. Me llevo varios días superar la conmoción y estuve esperando hablar contigo primero antes de contarles la noticia a mis padres – tenía que estar provocándome. Apoye mis manos en su pecho y lo empuje hacia atrás

-Jorge no tengo la menor idea de lo que hablas. Pero si esperas que yo...no se qué esperas, pero no va a suceder. Yo no te gusto, tú no me gustas. Olvídate de todo

-¿Qué me olvide de todo? – Repitió incrédulo – los savant esperan toda la vida para encontrar la persona indicada ¿y tú piensas que yo voy a olvidarme de todo?

-¿Por qué no? ¡Yo ni siquiera sé que es un savant!

-yo soy uno –exclamo golpeándose el pecho y luego me empujo con el dedo – tu también. Tus dones, Martina, te convierten en una savant. Al menos tienes que poder entender eso – había inventado historias en mi cabeza pero esto iba mucho más allá de lo que podía imaginar

-¿puedes darme la bolsa de las compras, por favor? – le pedí dando un paso hacia atrás

-¿qué?¿eso es todo? ¿Hacemos el descubrimiento más asombroso de nuestras vidas y te vas a ir a tu casa como si nada? – deseando ver a alguien, eche un vistazo fugaz a mi alrededor

-Mmm... si eso parece

-¡no puedes hacerlo!

-mírame – le arrebate las bolsas de las manos y camine con rapidez la distancia que me faltaba para llegar a casa

-¡Martina, no puedes ignorar esto! – se coloco bajo el farol de la calle y con sus puños apretados al costado de su cuerpo

- eres mía tienes que serlo

-No. No lo soy – entre y cerré la puerta con un golpe

mi alma gemelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora