capitulo 26 parte 2

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- ¿entonces no me vas a decir si voy a ser buena esquiadora? – sacudió la cabeza y me dio una palmada en la frente

-no, ni siquiera eso

-muy bien. Creo que preferiría no saberlo. ¿y cómo es tener ese don? ¿Cómo puedes soportar saber tanto? – pregunte suavemente. Se puso de pie y me ayudo a levantarme

-la mayoría de los días es una maldición. Se lo que la gente va a decir. Como terminara la película, el resultado del partido. Mis hermanos no entienden lo que significa esto o prefieren no saberlo. Cada uno tiene que lidiar con su propio don – no era de extrañar que tuviera problemas en la escuela

-todo esto es muy extraño - me rodeo con el brazo y me apretó contra su pecho

-si lo sé pero necesito que entiendas. Ira, Martina es como... un ascensor con música de fondo si no prestas atención no la percibes. A veces bloqueo mi mente, puedo hacerlo por un tiempo, pero apenas me olvido todo vuelve a comenzar – pensé que sonaba mas como una maldición que como un don. En ese instante hice un descubrimiento

-maldito tramposo – de di un costado en las costillas – con razón eres invencible pateando o lanzando pelotas

- es cierto pero tiene ese beneficio adicional – me miro con una sonrisa – te vino bien, ¿no crees?

-oh – exclame al recordar la afortunada atajada

- sí, oh. Por ti sacrifique mi record perfecto de goles

-difícil... metiste más o menos veinte

- pero no es así. La gente no recordara eso del parido, recordara que atajaste un penal. Nunca podre superar la vergüenza

-idiota – exclame dándole un golpe

-suficiente. Ahora tendré que distraerte para que no vuelvas a pegarme

Al inclinarse hacia adelante para darme un beso, se lanzo hacia mí abruptamente y caí de espaldas. Al mismo tiempo escuche un sonido semejante a una explosión de un automóvil. Jorge me arrastro detrás de un tronco caído y se empujo hacia abajo cubriéndome con su cuerpo

-se suponía que esto no tenía que suceder

-sal de encima de mi ¿Qué fue eso? -  Intente levantare

-quédate abajo - volvió a maldecir – alguien nos disparo. Voy a decirle a papa y a Xabi que vengan – me quede quieta mientras el corazón me latía con fuerza. ¡Crac! un segundo disparo pego en el tronco del árbol, muy cerca de nuestras cabezas – teneos que movernos, rueda hacia el otro lado del tronco

-¿Por qué no les avisaos que le están disparando a la gente?

-Martina, no están cazando animales: nos están disparando a nosotros

Me deslice fuera del tronco, me puse de pie y Salí corriendo con Jorge pegado a mis talones. Después sonó otro disparo y Jorge me derribo desde atrás. Al hacerlo me dio con su codo en el ojo. Un cuarto tiro dio en el árbol frente a nosotros justo a la altura donde había estado mi cabeza

mi alma gemelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora