Mi habitación se hallaba en el último piso de un hotel a medio terminar en la calle de las vegas conocida como el strip. Sabia donde estaba porque nadie me impidió observar por las ventanas. Apoye a frente contra el vidrio y trate de calmar el remolino de emociones que se acumulaban en mi interior. Mi cabeza era un torbellino
El hombre de coleta me había dicho que mi parte por ahora había concluido y que podía descansar. ¿Descansar? Le di una patada al sillón. Que fuera un hotel de 5 estrellas no cambiaba el hecho de que se tratara de una prisión. Podrían tomar la pantalla plasma, el jacuzzi y la cama y metérselos en... bueno, se me ocurrían varias posibilidades muy creativas acerca de donde
Como no me habían lastimado físicamente no estaba preocupada por mi destino. Me atormentaba más el infierno que debían estar padeciendo Jorge y mis padres. Tenía que lograr enviarles un mensaje. Ya había probado llamar por el teléfono y, como era de imaginar, no tenia tono. Solo quedaba la telepatía. Jorge nunca había respondido mi pregunta de que si se podía hablar a larga distancia, solo había conseguido hablar conmigo a través de cuatro kilómetros. ¿Sería posible comunicarme con él a través de mil kilómetros?
Había que tener en cuenta a O'Halloran, el savant, ¿podría seguir manteniendo el escudo ahora que estábamos fuera de alcance? El sabía que yo tenía pocos poderes como savant, de modo que era probable que no esperara que yo hiciera algo tan ambicioso. Pero ¿se detectaba mis torpes intentos? Se pondría furioso y, tal vez, me castigaría.
Al colocar mis brazos alrededor de mi cuerpo, me di cuenta que extrañaba a Jorge con una ferocidad sorprendente. A diferencia de él yo no sabía que me deparaba el futuro. Tenía que arriesgarme a enfrentar a O'Halloran, pero debía escoger un horario donde él estuviera dormido. Observe el reloj era media noche esperaría a la madrugada para comenzar a actuar.
Ahora que me encuentro a miles de kilómetros de Jorge me doy cuenta de lo mucho que estoy acostumbrada a sentirlo cerca de mí. Aun cuando no pudiéramos estar juntos sabía que él se encontraba a mi lado. Me había mantenido con los pies sobre la tierra. Jorge había sido mi escudo y no los que había creado en mi cabeza. Durante todo este tiempo, aunque yo no lo hubiese reconocido, él estaba actuando como mi alma gemela. Y ahora era muy tarde para decírselo. O tal vez no. Quizá podía llegar hasta él.
Muy bien había llegado la hora
¿Jorge?
Nada. Examine la oscuridad de mi cabeza y comprobé que eso que bloqueaba la comunicación en el auto ya no estaba. Eso me hizo abrigar cierta esperanza de que hubiera bajado el escudo
¿Jorge? ¿Puedes oírme?
Ninguna respuesta. ¿Jorge también estaría dormido? No, no podía ser. No estaría durmiendo sabiendo que me habían secuestrado. ¿Acaso lo que estaba intentado hacer era imposible?
Tal vez no estaba haciendo las cosas bien. Repase lo que Jorge me había enseñado sobre la telepatía. Había dicho que yo era como un puente, y si funciona como con los escudos pero al revés. En vez de cerrarse y levantar paredes, abrirse y construir una conexión
Probé nuevamente imaginándome que construía un puente angosto entre mi mente y la de Jorge. Lo visualice como si fuese una imagen de un cuadro. Después de una hora de dolor de cabeza, percibí un cambio, un sutil flujo de energía en la dirección opuesta
¿Jorge?
¿Martina? – sus pensamientos sonaban débiles y se acercaban y se alejaban
Estoy en las vegas
Su conmoción fue evidente. No puede ser... ¿Cómo puedes...conmigo... vegas?
Dímelo tú. Tú eres el savant. ¿Recuerdas?
... milagro...
Me encuentro bien. Estoy en el último piso de la pitonisa
No puedes... tú. Se corta...
La pitonisa. Ultimo piso
La cabeza me estallaba por el dolor que significaba mantener el puente pero me había propuesto enviar el mensaje.
Yo... tu
No me oía. Repetí la ubicación
... te amo... voy a buscarte
¡No!
Mas fácil... más cerca
No, no es una trampa – podía sentir que el puente se desmoronaba mientras mi estomago me daba vueltas y la cabeza me explotaba. Solo un momento más – yo también te amo pero no vengas. Es lo que ellos quieren
¡Tini! – Jorge había sentido que el vínculo se quebraba
-Jorge – balbuce echada en el suelo. La comunicación se corto. La traspiración corría por mi espalda y las nauseas me revolvían el estomago. Corrí al baño y vomite. En medio de los temblores, me sentí mejor. Me arrastre hasta la cama, me derrumbe boca abajo sobre las sabanas y me desmaye

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mi alma gemela
Storie d'amorecuando martina ve por primera vez a jorge, el supuesto chico malo de la escuela ya no puede quitarselo de la cabeza. el le habla por sus pensamientos puede leer su mente. las sombras de su pasado la atormentan y un nuevo mal amenaza su futuro ella d...