Cuando abrí los ojos esta vez no me encontraba en un estacionamiento sino sentada entre los brazos de Jorge, calentita protegida
-¿vieron eso? – susurre sin atreverme a mirarlo
-sí. Gracias a Dios que te abandonaron antes de que te matasen – Jorge froto suavemente la barbilla en mi cabeza
-todavía no sé quién soy. Creo que nunca mencionaron un nombre
La Tía Jo, Phil y el monstruito: eso habíamos sido cuando yo tenía seis años. Si mis padres Franny e Ian me habían puesto un nombre, lo había olvidado. Ellos habían sido savant y se habían matado mutuamente porque no habían podido controlar sus dones, dejándome a cargo de unos drogadictos. Estaba tan enojada con ellos por esa traición
-decir la verdad no era lo más apropiado en la casa de un traficante
Jorge pasó los dedos por mis muñecas y acaricio las palmas de mis manos para relajar mis puños apretados – antes de trabajar para Nico y Facu, conocí ese tipo de escorias. Tuviste suerte de poder salir de allí
De niña no había comprendido la transacción que se había llevado a cabo en el vestíbulo, pero ahora si
-yo les arruinaba los negocios a Phil... ese hombre era su mejor cliente. Hice eso más de una vez
-y el te lastimo más de una vez
Me estremecí. Odiaba tener que exponer ante los blanco esas situaciones tan desagradables
-supongo que sí
La furia de Jorge era de color carmesí, pero no estaba dirigida hacia mí sino hacia quien se había atrevido a herirme
-me gustaría atraparlo y hacerle sentir lo que te hizo a ti
-era un hombre malvado que se aprovechaba de mi tía. Ella no era mala pero no podía ocuparse de mí. No creo que sigan juntos
-es probables de que ambos estén muertos. Las drogas y el trafico no son buenos aliados para llevar una vida larga y feliz – dijo Diego con naturalidad
Exhausta, me recline contra Jorge. Necesitaba tiempo para pensar en lo que acababa de ver y acomodar mis recuerdos. Pese a que no estábamos hablando de ese tema, tenía que reflexionar acerca de la obsesión de mi madre de seguir a si alma gemela y lo que eso nos había causado a todos nosotros. Era como una mancha horrible que se arrastraba entre la relación que teníamos Jorge y yo. Sentía que me ensuciaba, que me amenazaba
-ya has visto demasiado – dijo Jorge – no pretendemos que recuerdes todo de golpe
-pero hemos encontrado los cimientos – explico Diego – podemos construir a partir de ahí
Al mirar a los demás, me di cuenta de que no esperaban respuestas ese mismo día. Facu y Nico eran los más impacientes por recibir información pero trataron de ocultarlo
-necesitas un descanso para romper un poco con todo ese pasado negro. Jorge, llévala a hacer snowboard – sugirió Nico – nosotros nos ocuparemos de que estén seguros
Hice un esfuerzo para apartar los recuerdos sombríos
-cuando dices "romper" supongo que te refieres a que debería romperme una pierna, porque eso es lo que sucederá si intento hacer snowboard
Cuando Nico rio, su expresión seria de policía se trasformó en una sonrisa cariñosa al observar a su hermano menor
-no, Tini, no fue eso lo que quise decir. El sabrá cuidarte muy bien
Salir al aire libre fue un alivio. Los recuerdos colgaban sobre mi cabeza como una nube toxica pero las pistas blancas los alejaron... por el momento. Todo resplandecía. Mi percepción era tan nítida que, si me concentraba, podía contar cada una de las agujas de los pinos, cada piña, cada copo de nieve. Hoy en vez de intimidarme las montañas me causaban excitación
Cecilia me había prestado ropa de nieve, que me hacía sentir como bollo relleno, pero a Jorge le pareció que estaba muy linda
-¿pistas de principiantes? – pregunte resoplando como un dragón
-no, hay demasiada gente – respondió mientras colocaba la mano como visera y examinando la montaña. Eso me dio la oportunidad de apreciar cuán largo y peligroso se veía con su traje azul marino: un mago de las pistas. Cuando notó que lo estaba admirando esbozó una sonrisa cautivante y levanto las cejas con expresión burlona
-¿te gusta lo que ves?
-¡cállate! – Exclame dándole un codazo en las costillas – es hora de que trabajes un podo el tema de la humildad
Se echo a reír
-lo haré... si prometes enseñarme
-creo que eres un caso perdido
Eso le produjo todavía más gracia. Cuando finalmente dejo de reír, me atrajo hacia el
-dime, Tini, estas lista porque vamos a subir a un sito muy tranquilo. Es adonde pensaba llevarte el día que nos dispararon, pero creo que es todavía mejor en invierno. Tomaremos el teleférico y luego descenderemos hasta allí
La cima de la montaña estaba mucho más calma que los fines de semana. José no se encontraba en su puesto. De modo que no puede detenerme a charlar y comer una rosquilla como solía hacer. Nos alejamos de las pistas mas concurridas y caminamos entre los arboles
-¿crees que es una buena idea? Tú sabes lo que ocurrió la última vez que nos adentramos en el bosque
El brazo apoyado contra mis hombro, me dio un apretón darme confianza
-mamá y papá están manteniendo un cerco alrededor de este lugar. Nico, Facu y Samuka están de guardia. No deberíamos tener problemas
-¿un cerco mental?
-si ahuyenta a las personas, les hace pensar que dejaron las luces encendidas del auto o tienen una reunión en el pueblo. Lo cual me recuerda algo: ¿Cómo hiciste anoche para atravesar nuestro cerco?
Me encogí de hombros, pues realmente no lo sabía...
-lo siento, pero estaba demasiado desesperada como para ocuparme de él
-no deberías haber podido hacerlo. Es por eso que Nico y Facu les resulto tan sospechoso que aparecieras así, inesperadamente
-quizás ese muro no sea tan poderoso como ustedes piensan
-quizás tu eres más poderosa de lo imaginamos. Tendremos que averiguarlo
-ahora no, por favor – repuse. No quería saber más sobre el tema de los savants... sus poderes eran muy raros
-no, estamos en recreo
bueno decidí subiee este capitulo por el gran Dia "el cumpleaños de jorge" (espero que lo disfruten)
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mi alma gemela
Romansacuando martina ve por primera vez a jorge, el supuesto chico malo de la escuela ya no puede quitarselo de la cabeza. el le habla por sus pensamientos puede leer su mente. las sombras de su pasado la atormentan y un nuevo mal amenaza su futuro ella d...