capitulo 24 parte 2

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-tu casa está junto a la estación de la telecabina, ¿no? Creo que podre encontrarla – saque la chaqueta del perchero y baje la escalera con rapidez

-¡no! no quiero que andes sola por la calle...ya está oscureciendo, voy a buscarte

-no tengo miedo a la oscuridad

-yo sí, dame el gusto – corto la conversación me senté en el primer escalón y me masaje las sienes. Parecía más complicado hablar de esa manera a través de una distancia mayor, otra cosa que tendré que preguntar. Diez minutos después, oí el rugido del jeep

-tuviste que haber quebrado todas las leyes del tránsito para haber llegado tan rápido

-cuando te llame, ya estaba en camino – explico con una sonrisa tranquilizadora

-¿tú piensas que eso es llamar? – pregunte mientras me subía al asiento del acompañante

-no hay buena recepción aquí... demasiadas montañas

-¿esa es la única razón?

-no – respondió y torció la comisura de sus labios – así... bueno, te siento más cerca de mí – tenía que reflexionar acerca de eso

-¿hablas de esa forma con cualquiera?

-con mi familia. Tenemos las facturas de teléfonos más bajas de todo el valle – me eche a reír

- ¿puedes hablar con tus hermanos que están en Denver? – coloco el brazo derecho en el respaldo de mi asiento y rozo mi nuca al pasar

-¿Por qué tantas preguntas?

-lamento darte la noticia Jorge, pero esto no es precisamente normal

-para nosotros sí lo es – afirmo

-voy a detenerme

-¿por qué? ¿Hay algún problema?

-no, ninguno. Dudo que tengamos alguna oportunidad de estar solos arriba y quería besarte – retrocedí en el asiento

-Jorge, ¿esto es real? ¿Qué tú quieras estar conmigo? – me desato el cinturón de seguridad

-sin ninguna duda. Eres todo lo que quiero. Todo lo que necesito

-yo aun no comprendo – apoyo la cabeza con la mía. Su aliento cálido en mi oído

-ya lo se estoy tratando de darte el tiempo necesites para que me conozcas lo suficiente como para confiar en mi

-¿y lo del beso?

-tengo que admitir que eso es para mí – confeso riendo entre dientes – en eso soy egoísta

mi alma gemelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora