capitulo 30

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Al no ver a Jorge en i tiempo libre, me moría de ganas de hablar con él en la escuela para enterarme que le estaba sucediendo a su familia. Me pareció muy extraño que no fuera a clases en los días siguientes. Me había dejado terriblemente preocupada y con un inexplicable ojo morado. Sentía mucha vergüenza

-Diablos tini ¿acaso comenzante a boxear? –exclamo Nelson en voz alta al verme

-no – respondí mientras trataba de colocar un mechón de pelo sobre la herida

-¿entonces como te lo hiciste? – trate de acelerar el paso así llegaba a clases antes de responder – vamos tini, puedes contármelo a mí – Nelson me agarro del brazo con una expresión seria - ¿alguien te lastimo?

-ayer me lleve un codo por delante

-¿de quién?

-de Jorge. Una tontería

-¡ninguna tontería! ¡Estas bromeando! ¿Dónde se encuentra? –Nelson estaba a punto de explotar – yo sabía que esto no traería nada bueno. El debería cuidarte mejor

-está bien

-no, Martina, no está bien. Jorge no es la persona correcta para una chica como tu

-fue un accidente

-¿Cómo ocurrió? – Coloco el brazo a través de la puerta para no dejarme pasar - ¿Cómo chocaste con su codo? – ¿Qué podía decir? ¿Estábamos en la mira de un asesino?

-estábamos paseando por el bosque y me caí contra él. Nelson ¿puedes dejarme entrar? Me basta con sentirme una estúpida, no quiero llegar también tarde – Nelson dejo caer el brazo

-pero yo estoy para protegerte, ¿recuerdas? Habra sido un accidente pero no lo veo a el por aca controlando que estes bien. Voy a tener una charla con Jorge

-no lo hagas

-no hay nada que puedas hacer para detenerme, dulzura – de modo que ahora tenía algo más que temer: que Nelson atacara a Jorge bajo la errónea convicción de que me estaba defendiendo

mi alma gemelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora