capitulo 42 parte 2

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martina

Sucedió con tanta rapidez, tan fácilmente, que no tuve oportunidad de pensar en una forma de pensar. Bajándome la cabeza me metió al asiento trasero y cerró la puerta. El auto se alejo a toda velocidad

¡Jorge!, grite dentro de mi mente

-está usando telepatía – advirtió el hombre que se hallaba en el asiento delantero. Cabello rojo y corto y abundantes pecas

¿Martina? ¿Qué pasa?, respondió Jorge de inmediato

-eso es bueno querida hazle saber que te atrapamos. Dile que venga a buscarte

Al instante corte la conexión con Jorge. Me estaban usando para hacer salir a los blanco de su encierro

-lo bloqueo – dijo el hombre pelirrojo

El matón del asiento trasero me sujeto de la nuca. Alcance a ver brevemente a mi madre esperándome afuera de la tienda mientras sacaba el celular. El mío que se encontraba en el bolsillo trasero sonó en ese momento

-¿es él? – Pregunto el gorila – vamos contesta

Si decía que era mi madre probablemente no me dejara contestar. Lo saque del bolsillo pero me lo arrebato y presiono el botón para escuchar la llamada

-la tenemos. Ya sabes lo que queremos. Ojo por ojo, diente por diente: dos blanco por dos de los nuestros – corto la llamada y luego arrojo el teléfono por la ventanilla - ¿Quién necesita telepatía? Eso debería ser suficiente

-no eran ellos... era... mi mama – comencé a temblar

-es lo mismo – dijo con indiferencia – dejemos que ella le avise a los blanco

Podía oír el zumbido de voces que querían comunicarse conmigo... no solo Jorge sino el resto de la familia. No pude evitar responder: ¡por favor! ¡Ayúdenme!

Pero entonces el ruido se fue diluyendo hasta apagarse por completo

-deje pasar su suplica desgarradora – el hombre pelirrojo paso sus manos por la cabeza – pero esos blanco están aporreando el escudo. Alejémonos rápidamente de acá

De modo que el savant era el

-eso fue muy duro. O'Halloran. ¿Les dejaste escuchar las palabras finales de la niñita y luego cortaste? – el matón rio

-si, a mí también me pareció un lindo gesto. Se me llenan los ojos de lagrimas – se dio vuelta y me giño el ojo – no tengas miedo querida vendrán a buscarte. Los blanco no abandonan a unos de los suyos

Cerré los ojos y me concentre en encontrar la manera de atravesar el escudo

-¡basta! – exclamo O'Halloran

Abrí los ojos con fuerza me estaba mirando por el espejo retrovisor. Mi experimento había logrado afectarlo pero yo sabía muy poco del tema como para explotarlo mejor

-si vuelves a intentarlo le diré a Gator que te duerma de un golpe

-¿Qué hizo? – pregunto Gator el de la coleta

Volvió a frotarse las sienes. Mi ataque sumado con los de los blanco lo habían afectado

-aquí tenemos un savant bebe. No sé por qué no sabe usar sus poderes pero tiene algunos encerrados en su interior. Es telepatía

-¿Qué mas hace?

-nada que yo sepa – respondió – no te preocupes no te va a hacer daño

¿Gator tenía miedo de los savant? Entonces éramos dos. Era bueno saberlo... pese a que, por el momento, no pudiera hacer nada. El pelirrojo tenía razón: para las posibilidades de un savant yo era un bebe. Si quería salir de esta situación tenía que crecer deprisa



mi alma gemelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora