capitulo 35 parte 2

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martina

Jorge aferro al chico de la muñeca y la retorció hasta que la navaja se cayera. Luego salto sobre el chico, lo inmovilizo en el suelo y sujeto sus manos detrás de la espalda

-¡detente Jorge! – Grite quitándome la máscara – no quería lastimarme, solo estaba jugando.

El otro chico se arrojo sobre Jorge y comenzaron a volar los puños los tres rodaron en un revoltijo de sangre falsa y golosinas aplastadas. No podía ni acercarme para apartarlos. Mis gritos y las palabrotas de los combatientes atrajeron pronto a los vecinos. Alborotada la Sr. Hoffman abrió la puerta de su casa y miro hacia la calle

-¡policía! ¡Voy a llamar a la policía!

-¡no! ¡No lo haga! ¡Vasta Jorge! ¡Suficiente! – y lo peor de todo al reconocer mi vos por encima de las demás mis padres salieron de la casa

-Martina, ¿Qué rayos está pasando?

-detenlos Alejandro ¡haz que no se peguen más! – mi padre intervino de inmediato y sujeto al más pequeño de los tres de la parte de atrás de los pantalones. El chico retrocedió forcejeando justo cuando un auto de policía ingresaba en nuestra calle. Antes de que saliera el primer oficial del auto otros dos vecinos separaron a Jorge del asesino restante

-¿Quién va a contarme que está pasando? – Pregunto el oficial y saco su anotador – a ti te conozco Jorge blanco y estos dos son los mellizos Gordano, ¿sí? ¿y este pequeño esqueleto femenino?

-se llama Martina stoessel, es mi hija – dijo Alejandro – ella no estaba peleando

-ustedes son la familia inglesa, ¿no?

-si señor

-conozco a estos dos, son buenos chicos – explico mirando a los mellizos – nunca me han causado problemas ¿Quién empezó la lucha? – la mirada de la policía se dirigió a Jorge y hacia mí. Pensé que sabia quien era el responsable

-el ataco a Martina – Jorge limpio la sangre del labio partido

-¡si obvio! Solo estaba jugando, hermano: es noche de brujas ¿recuerdas? Oficial Hussein, Jorge enloqueció – el asesino se sujeto las costillas

-chicos me van a tener que acompañar a la comisaria. Los revisara el médico y llamaremos a sus padres

-ay, no oficial – dijeron los mellizos

-el auto

Jorge me hecho una mirada desesperada. Nuestra cita secreta quedaría expuesta de la pero manera

-y usted, jovencita, creo que también necesitaremos su versión de la historia. Tal vez sus padres puedan llevarla, me temo que tengo las manos demasiado ocupadas con dos asesinos psicópatas y un lobo

-yo la llevare – dijo Alejandro

Perfecto la cita numero dos terminara en la estación de policía

mi alma gemelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora