mi alma gemela

capitulo 58

-tocas muy bien el saxo. ¿Sabías que es e instrumento más cercano a la voz?

Era cierto. Mi saxo tenor había sido una forma de cantar sin que fiera realmente yo quien lo hacía. Sería bastante cercano a mi voz pero sentí que, para Jorge, no era suficiente. Quería todo y sabía que yo me contenía y no mostraba algunas cosas

Esta noche, Jorge me dejo el dormitorio y durmió con Xabi. A pesar de la ansiedad que poblaba mi mente, estaba tan agotada mentalmente que conseguí dormir varias horas seguidas, algo que no me sucedía desde el secuestro. Al despertarme a la mañana siguiente, descubrí que mi mente había estado trabajando toda la noche para ordenarse como una computadora durante el proceso de desfragmentación del disco. Habiendo logrado superar mis primeras memorias, recordé todo lo sucedido en las vegas. Los Kelly me habían desarmado pieza por pieza. Me había hecho pensar cosas terribles sobre Jorge y Xabi rociando toda mi mente con sus grafitis. Yo lo odiaba por eso. Pero ahora tenía mi cerebro nuevamente bajo mi control. Podía diferenciar la verdad de la mentira y, al menos eso, valía la pena celebrarlo. Desesperada por compartir el descubrimiento, Salí volando a buscar a Jorge

-¡hola! – interrumpí en el dormitorio de Xabi, que estaba junto al mío. Jorge aun estaba arropado dentro de la bolsa de dormir en el piso y su hermano, desparramado en la cama, roncando con la boca abierta - ¡Jorge!

-¿Q-que? – se levantó de un saltó y me sujetó con fuerza suponiendo que nos estaban atacando - ¿Qué pasa?

-¡ya sé quien me secuestro! Recordé todo

Xabi se levanta atropelladamente de la cama

-¿Tini? ¿Estás bien?

De repente, tome conciencia de que me encontraba delante de ellos vestida solamente con una camiseta larga y calzones. Debería haberme puesto algo más de ropa

-Hum, Jorge ¿podrías llamar a Nico y a Facu? – Pedí mientras me alejaba lentamente – tengo que decirles algo

Jorge había tenido tiempo de despabilarse. Sonrió y me dio una palmada en el trasero

-ve a ponerte mi bata. Los sacare de la cama y nos encontraremos contigo en la cocina. Mamá y papá también querrán escuchar

Les conté lo que recordaba con una taza de té en la mano: mis costumbres inglesas afloraban cuanto más incomoda me sentía. Los recuerdos eran aterradores: el hotel, Daniel Kelly introduciendo imágenes a la fuerza en mi cabeza, su hijo rondándome como un enorme tiburón blanco

Facu grabó mi relato, asintiendo con la cabeza como si estuviera confirmando lo que ya sospechaba

-otra familia savant fuera de la red – caviló Saul cuando terminé – y sin almas gemelas que les confieran equilibrio. Y O'Halloran estaba en la lista de empleados. Me parece que debe haber muchos más de lo que pensábamos

-se como manipular la mente de las personas – dijo Facu colocando el grabador en el bolsillo – pero nunca se me ocurriría hacerlo hasta ese punto

-eso es porque Kelly es malvado y tu no – comente – y no estoy bromeando cuando digo que fue como si hubiera asaltado mi mente. El me robó, intento hacer que te odie – me estire para tomar la mano de Jorge por debajo de la mesa – las imágenes siguen en mi cabeza aun cuando se que son falsas

-has oído antes de un don como el de su hijo – pregunto Jorge a su padre sujetándome con más fuerza – no me gusta la forma en que fue tras Tini, haciendo que todo sea peor

Saul se froto la barbilla pensativamente – los Ute una tribu india de la zona, hablo acerca de algunas personas que viven de las emociones ajenas. Ellos son los parásitos del mundo savant