mi alma gemela

capitulo 21

Pase los días siguientes, atormentada por la decisión que había tomado. Por un lado me entusiasmaba la idea de que Jorge me hubiera invitado a salir. Es cierto que me había guiado sutilmente para que aceptara, pero no sería humana si no me hubiera sentido halagada. Como lodo me había dicho alguna vez, cualquier muer con sangre en las venas desearía que algún blanco la invitara a salir. Aun así no quería contárselo ni a mis mejores amigas, me preocupaba lo que podría decir Mechi "¿perdiste la razón?". Temía que si hablaba con ella me convencería de que Jorge me estaba manipulando. Además todo el asunto de los savant (¿sería verdad?), esa obsesión por las almas gemelas. Mi mayor miedo era que estuviera fingiendo que le gustaba.

-Martina ¿me estas escuchando? – dijo mi madre que había percibido mi distracción

-¿Mmm...si? –arriesgue

-no me estas prestando atención

-está bien tienes razón, ¿Qué dijiste?

-dije, que deberías comprarte algo especial para la gran inauguración –evaluó mi guardarropas – eso es lo que te tiene preocupada, ¿verdad? Ya entiendo

-Mmm...

- estoy de acuerdo: aquí n hay nada que te sirva. Tenemos que comprarte un nuevo conjunto.El centro de arte iba a realizar una inauguración formal con una fiesta de etiqueta. Se esperaba que asistieran todos los habitantes de Wrickenridge. Si mariana decía que yo no tenía ropa apropiada, estaba en problemas, pues era seguro que Jorge estaría allí.

-Me gusta la idea pero, ¿Dónde podemos ir a de compras? Denver queda muy lejos

-la Sra. Hoffman (la vecina)... - lance un resoplido – dijo que había en Aspen una tienda muy linda, a solo cuarenta y cinco minutos por la autopista  - Al final fuimos todos juntos a comprar, con la escusa de papa que no habíamos pasado mucho tiempo en familia

-yo también podría comprarme algo – dijo mariana señalando con ansias las vidrieras con vestidos

-aja, ahora si se han revelado tus verdaderas intenciones - brome mientras veía un vestido largo y rojo. Después de treinta minutos de decisión, elegimos dos vestidos cuyos precios marianos intento de ignorar.

Ese mismo día reíamos como dos locas conspiradoras, mientras nos preparábamos para la inauguración

-no le cuentes a Alejandro acerca de los zapatos – advirtió – el no entiende la importancia de que todo combine

-¿donde están mis chicas? – Grito Alejandro desde abajo – llegaremos tarde. Mariana fue la primera en bajar las escaleras. Alejandro la observo boquiabierto

-¿estoy bien? – pregunto mariana

-cambie de idea. Mejor quedémonos en casa – lanzo una sonrisa mientras tomaba la mano de mariana – espero que tini lleve algo menos provocativo o tendré que pasarme la noche ahuyentado muchachos – baje las escaleras, con un vestido strapless de color lavanda – no creo poder soportar esto – dijo Alejandro – chicas vuelvan a sus habitaciones.

Nos echamos a reír y, tomándolo del brazo lo condujimos hacia el auto

bueno aca esta perdonen la confucion. sigan comentando y votando, si hay mas de seis comentarios hare maraton mañana sabado