capitulo 8

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El viernes por la mañana, los noticieros locales mantenían una cobertura de un tiroteo entre bandas ocurrido en la cuidad de Denver. Parecía muy lejano a los problemas de nuestra comunidad de montaña, de modo que me sorprendió descubrir que era la noticia del día.

-Dicen que se trato de un asunto de drogas que salió muy mal – nos comento lodovica una amiga de Mechi. Ella tenía una actitud muy irreverente hacia la vida y me gustaba especialmente porque era apenas más alta que yo – pero asesinaron a cinco miembros de la misma familia, incluido un bebe. ¿Cómo se puede ser tan enfermo?

- escuche que los pistoleros escaparon. La policía ha emitido una orden de captura por todo el estado – dijo Mechi

-¿creen que vendrán hacia acá? – pregunte

-¿perdón? ¿Qué ocurra algo excitante en Wrickenridge? Abre los ojos –sentencio lodo

- no, tini – agrego Mechi – imposible estamos al final de un camino que no conduce a ningún lado. ¿Por qué alguien vendría acá a menos que tuviera esquís pegados a los pies?

Mire la hora y ofrecí mis disculpas para escapar de esa charla de asesinatos. Llegue cinco minutos antes de la hora y como tenía el lugar para mi sola me senté el piano para olvidar toda la violencia que siempre me producía pánico como si fuera a liberar a un tigre de una jaula de recuerdos que habitan en mi interior : algo que no podía derrotar ni superar.

Mientras recorría las notas, me distraje pensando en cómo me recibiría Jorge hoy. La puerta se abrió de golpe y me di vuelta con ansiedad mientras el corazón me latía con fuerza, pero solo se trataba de Nelson

-hola, no sé si sabe  Jorge he ruggero no se encuentran en la escuela experimente una fuerte oleada de desilusión que preferí  atribuir aque se me negaba la posibilidad de tocar y no a que podría ver el objeto de mi secreta obsesión

mi alma gemelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora