Cerré los ojos
-está realmente destrozado. Nunca lo había visto así. Se echa la culpa por lo ocurrió y no hace más que pensar en eso
No dije nada
-esto lo ha afectado mucho. Estoy preocupada por el
Facu no era el tipo de persona que confiaba en alguien ajeno a la familia. Debía estar muy consternado. ¿Pero qué podía hacer yo si apenas conseguí el valor para levantarme en la mañana?
-anoche se metió en una pelea
-¿una pelea? ¿Se encuentra bien?
-si fueron más palabras que puños
-¿con quién se peleo?
-con un par de tipos de Aspen. Martina, el se la busco. Es que no está bien. Está sufriendo. Es como si sangrara por dentro, en algún lugar donde piensa que nadie lo puede ver
-lo siento
-¿qué piensas hacer?
-¿Qué quieres que haga? – las lagrimas quemaban mis ojos
Extendió la mano hacia mí
-no lo rechaces. Ayúdalo
Trague saliva
-yo... lo voy a intentar
Apretó la mano en un puño y luego se relajo
-espero que lo hagas, porque, no me haría nada feliz que a mi hermano le sucediera algo
-¿es... una amenaza?
-no, nada más que la verdad – sacudió la cabeza con irritación – Martina, puedes superar esto. Comienza a mirar hacia afuera. Te ayudara a sanarte
A fines de noviembre me dieron de alta en el hospital, pero por consejos de los doctores no me llevaron directamente a casa
-en Wrickenridge, hay demasiadas asociaciones traumáticas – les había dicho mi psiquiatra – Martina necesita descanso absoluto y ningún tipo de estrés – afirmo. Le dio una recomendación para un sanatorio de Aspen, donde me habían registrado y asignado mi propia habitación, algo que solo podíamos permitirnos gracias a la generosidad de un anónimo benefactor de las vegas que había escuchado mi caso en las noticias
-esto en un manicomio, ¿no? – le pregunte sin rodeos a mis padres
-es una casa de descanso – me corrigió Alejandro – todavía no estás lista para volver a la escuela y no podemos darnos el lujo de permanecer en las vegas más tiempo, de modo que esto es lo mejor que pudimos encontrar
Mariana se levanto y cerró las gavetas
-ale, podríamos regresar a Inglaterra, es probable que Martina se sienta mejor entre sus viejos amigos
¿Viejos amigos? Me mantenía en contacto con algunos de ellos por facebook pero la antigua cercanía parecía haberse evaporado con la distancia. Si volvía, ya no sería lo mismo
Alejandro me atrajo hacia el
-si eso es lo mejor, lo haremos pero vayamos de apoco, ¿si?
-tenemos que dar clases en el centro de las artes – dijo mariana – pero todos los días vendrá alguno de los dos a hacerte compañía. ¿Deseas ver a tus amigos de Wrickenridge?
Jugué con el lazo de la cortina
-¿Qué les has dicho?
-que habías reaccionado mal al trauma del secuestro. Que no es nada muy serio, pero necesitas tiempo para reponerte
-pensaran que estoy loca
-piensan que estas sufriendo y es verdad, podemos verlo
-me gustaría ver a Mechi y a lodo. Y también Nelson, si quiere venir
-¿y Jorge?
Apoye la cabeza contra el vidrio frio. El gesto me trajo un recuerdo repentino: una torre alta, letreros de neón, y me estremecí
-¿Qué ocurre, querida?
-ahora estoy viendo más cosas... cosas que no tienen sentido
-¿relacionadas con Jorge?
-no – descubrí que no tenían nada que ver con Jorge. El no había estado ahí y yo había estado evadiendo la cuestión. Le había prometido a facu que intentaría ayudarlo. Tal vez, si lo veía a Jorge, eso podría esclarecer mis recuerdos – también me gustaría ver a Jorge un ratito
-muy bien – exclamo Alejandro con una sonrisa – el chico ha estado muy preocupado por ti, llamándonos a cualquier hora del día y de la noche
-has cambiado de parecer con respecto a él – murmure al acordarme claramente la discusión que habíamos tenido un mes atrás ¿acaso Jorge había dicho que me amaba? ¿Entonces por que sentía que era mi enemigo?
-bueno, uno no puede dejar de encariñarse con alguien que se mete en una trampa para recatar a su chica
-¿eso hizo?
-¿no te acuerdas? El estaba ahí cuando te hirieron
-sí, estaba ahí, ¿no es cierto?
Alejandro me dio un apretón en el hombro
-¿ves ya estás recordando?
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mi alma gemela
Romantikcuando martina ve por primera vez a jorge, el supuesto chico malo de la escuela ya no puede quitarselo de la cabeza. el le habla por sus pensamientos puede leer su mente. las sombras de su pasado la atormentan y un nuevo mal amenaza su futuro ella d...