Los esquís sobre los hombros, caminando con dificultad hasta la fila de los medios de elevación. Los ojos de Xabi se mostraron sorprendidos al verme y le lanzo a Mechi una mirada de pánico
-mi querida Martina, ¿no crees que es un poco pronto como para lanzarte desde arriba?
-no siento que este es el momento justo – conteste conteniendo las ganas de reír
-Mechi tienes que disuadirla, podría matarse
-tranquilízate, Xabi. Ella cree que posee un talento oculto
-Martina no voy a venderte un ticket – aseguro colocando la mano encima del talonario
-por el amor de dios Xabi. No soy estúpida. Solo voy a pasear. Mechi es la que descenderá esquiando
-meno mal – rio aliviado – entonces puedes subir. Pero por las dudas, yo me encargare de cuidarte los esquís
La vista era espectacular, por algunos segundos pasamos por encima de la casa de los blanco y luego continuamos el acenso, rozando las puntas de los abetos hasta que ellos también desaparecieron. Diez minutos después descendimos en la cima. Jorge estaba ocupado acomodando a la gente en la cabina para descender había unos cuantos excursionistas como yo, por lo tanto no le tomaría mucho tiempo
-tomate un café – sugirió Mechi
-de acuerdo que te diviertas
Coloco las botas de los esquís y se impulso hacia abajo
-un café con leche y una rosquilla, por favor – pedí al hombre de semblante enrojecido que atendía el lugar
-¿no esquías cariño? – pregunto alzándome el pastelito en una bolsa blanca
-es la primera vez que esquió y soy muy mala
-yo también – comento echándose a reír – es por eso que me dedico a vender café
-¿Cuánto es?
-la casa invita. Es para festejar tu primera experiencia como esquiadora
-gracias
Jorge apareció corriendo a mis espaldas, me alzo por la cintura y me levanto por el aire, lo cual me hizo soltar un chillido
-¿Cómo te está yendo con los esquís?
-soy malísima
-si eso pensé - me hiso dar una vuelta – tengo solo un minuto hasta que llegue la próxima cabina, lo suficiente como para robarte un mordisco de lo que llevas ahí adentro
-¿esta es tu chica, Jorge? – pregunto el vendedor
-sí, José
-¿Por qué será que las mejores siempre tienen novio? Bueno, Es una pena – con un giño de ojo me extendió un vaso descartable
Jorge me llevo a la estación del teleférico. Estudie el rostro de Jorge mientras revisaba el panel de control y luego observe el ancho de sus hombros al estirarse para ajustar algo en la pantalla y los músculos de sus brazos al flexionarlos
En mí escuela anterior, no entendía por qué mis amigas se pasaban tanto tiempo admirando a los chicos. Ahora me uní al grupo con gran decisión ¿acaso este chico tan divino era mío? Era difícil creer que había sido tan afortunada
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mi alma gemela
عاطفيةcuando martina ve por primera vez a jorge, el supuesto chico malo de la escuela ya no puede quitarselo de la cabeza. el le habla por sus pensamientos puede leer su mente. las sombras de su pasado la atormentan y un nuevo mal amenaza su futuro ella d...