CAPITULO 81 TODO QUEDA EN FAMILIA

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Al entrar en el lujoso Pent-house, Hana entendió que no sería fácil pelear contra un hombre tan poderoso, y rico.

Él había demostrado tener los medios para encontrarla, una vez ya lo hizo y temía que volviera a hacerlo, pero aun así no iba a dejar que el temor la invadiera.

—Me indicas mi habitación- pregunto altiva

—Dirás nuestra habitación querida- indico el- ya sabes dónde queda.

—¿No pretenderás obligarme?- repuso ella muy nerviosa pero lo disimulo

—No - negó dando unos pasos hacia ella y aclaro- esperare a que seas tú quien me lo pida

—Pareces muy confiado, eres un pobre iluso- espeto ella con desdén

—Tal vez no me ames- acepto y antes que ella pudiera reaccionar ya la tenía aprisionada entre sus brazos, su rostro y sus labios tan cerca de los suyos, sus ojos que la penetraban hasta lo más profundo de su alma- pero algo si se, es que no eres indiferente a mí, puedo sentir como tiemblas cuando estoy cerca de ti como ahora, como tu boca me pide que la bese y como tu cuerpo se amolda perfectamente al mío, ¿quieres que te lo pruebe?

Haciendo acopio de toda su fuerza de voluntad y del desprecio que sentía hacia el por lo que le hizo a su padre ella se deshizo de sus brazos y se dirigió a su habitación

—Huyes mi amor - apunto el en tono burlón, pero su mirada vidriosa lo delataba, él también estaba muy afectado con su cercanía, esa mujer lo volvía loco, fue totalmente sincero cuando le dijo que nunca había deseado a una mujer como a ella.

Hana siguió hasta la escalera y cuando estuvo allí se giró y le pregunto:

—Que se supone que use en estos días que me veré obligada a convivir contigo.

—Te aseguro que será todo menos un sacrificio- acoto el mordaz- En cuanto a tu ropa Mesick fue a tu apartamento por algo de ropa

—Cambie la cerradura- indico ella.

—Eso no es problema- dijo restándole importancia a ese detalle.

Al ver la expresión de condena y crítica de su rostro aclaro

—No pongas esa cara, aún no he matado a nadie, es solo que tienes un conserje que por una botella de brandy y unos cuantos dólares vendería hasta a su abuela.

Hana termino de subir las escaleras y al entrar a la habitación tiro la puerta tras sí y deseo gritar, sentía que se estaba ahogando de la impotencia y término dejando que el llanto que tenía atorado en su garganta fluyera o terminaría ahogada.

Mesick regreso más tarde y toco la puerta del cuarto de Hana trayendo consigo una maleta con algunas cosas, ella le agradeció y pudo notar en el rostro de el comprensión.

Luego volvió a cerrar la puerta y decidió cambiarse, se colocó su pijama y lo que no la dejaba tranquila era pensar que Ashraf entraría en cualquier momento en esa habitación.

Pero pasaron los minutos, luego las horas y el no entro, y finalmente se fue quedando dormida.

Ashraf se había quedado en la sala y ya había acabado con gran parte de la reserva del bar, nunca había necesitado beber tanto para olvidar por un momento que la mujer que amaba no le correspondía y al parecer jamás lo haría.

Ya había intentado todo y eso solo podía significar que Hana aun seguía con dudas sobre sus sentimientos entre él y Vincent, y podría el seguir haciendo el papel bochornoso del hombre que seguía esperando y suplicando el amor de una mujer que no lo amaba y amaba realmente a Vincent, y contra eso no podía luchar.

Hana; hacia la libertad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora