CAPITULO 38 UN PUNTO SIN RETORNO

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La semana siguiente transcurrió sin novedad, Ashraf siguió sin dar señales de vida y eso la sumió en una profunda tristeza cuando comprendió y acepto que se había enamorado de su esposo.

Ahora la duda le asaltaba

¿Estaría con Aysel? Renovando su idilio de amor.

En las noches sus sueños con Ashraf la habían abandonado como él y eso para ella tenía un significado que no volvería a verlo nunca más.

Y así como un día apareció en su vida sin previo aviso también desapareció dejándola con un vacío en su corazón.

Y su vida pronto volvió a la rutina de siempre, el trabajo, sus amistades pero sin Vincent que también viajo a los pocos días de Ashraf a los Emiratos Árabes.

Así que los perdió a los dos.

El sábado no tenía ganas de levantarse de su cama, tampoco de comer, ni hacer nada, la depresión la había llevado a tocar fondo. Era su manera de lidiar con su dolor, tratando de engañarse a sí misma.

Depresión, ¿porque?-se cuestionó molesta consigo misma- acaso ya no tenía lo que quería, su deseo en un tiempo fue que Ashraf saliera de su vida.

¡Cuidado con lo que deseas que puede hacerse realidad!-recordó sus palabras.

Zully entro en la habitación y la encontró en la cama arropada de pies a cabezas, y quitando sus sabanas la jalo de un brazo para que se levantara

- Zully déjame dormir-protesto Hana volviéndose a arropar

Pero Zully no era de las que dejaban a una amiga morir de una depresión.

Ella era ese tipo de amigas que daban todo por la gente que era importante para ella, por eso Hana la quería tanto, en su corazón ella era también su hermana.

Zully se cruzó de brazos e hizo un mohín gracioso para puntualizar

- Amiga que sucede contigo, te peleaste con tu novio o estas así porque el bello Rahamm se fue

- Que tonterías dices- la fulmino Hana con la mirada

- Aja ya tengo toda tu atención- se burló- ahora anda ve a darte un baño, amiga porque apestas- hizo un gesto con la mano y añadió- que yo iré a preparar el almuerzo, apuesto que no has comido nada.

Zully no se dio por vencida y en una hora las amigas almorzaron juntas, luego lavaron los platos y se sentaron en el sofá a tomar café y conversar, que precisamente era lo que Hana había querido evitar

- Ahora amiga me dirás a qué se debe tu depresión-pregunta dándole un sorbo a su café.

- No estoy deprimida-negó dejando la taza de café sobre la mesa ratona.

- ¿Vincent o Rahamm cuál de los dos?-pregunto de manera directa

- Zully déjame en paz-la reprendió mortificada y poniéndose de pie para huir a su habitación pero Zully la jalo del brazo y la hizo sentarse de nuevo.

- Rahamm es tu antiguo amor ¿verdad? – Concluyo Zully activándose su vena detectivesca- Por el cual no te permitías amar, confiésalo, o simplemente lo acabas de conocer y como es tan guapo y tan atractivo, misterioso seguro te estas enamorando de él.

- Él es mi esposo- soltó de pronto y cuando se vino a dar cuenta de lo que había hecho ya no se podía retractar

La boca de Zully hizo una O grande de asombro, y Hana sabía que ya no podía echarse para atrás, tendría que contarle toda la verdad a su amiga.

Media hora después su amiga aun no salía de su asombro.

- No puedo creerlo, ese hombre tan bello es tu esposo, con razón no le hacías caso a nadie.- bromeo reaccionando

Hana; hacia la libertad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora