CAPITULO 29 UNA INVITACIÓN MUY ESPECIAL

5.8K 679 34
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Era sábado y Hana decidió limpiar el apartamento, así que se atavió con un delantal y una pañoleta en su cabeza y se fajo a limpiar, esperando que el ejercicio la distrajera de sus preocupaciones.

Eran las 2 pm cuando se dio cuenta que no había almorzado siquiera.

Tocaron a la puerta y vio que era uno de los guardaespaldas de Ashraf y su paz y tranquilidad se fueron por el retrete.

- Buenas tardes Srta. Hana- la saludo cortésmente Assam.

- ¿Que quiere?- pregunto en tono descortés

- El Sr. Rahamm la está esperando en el coche-informo.

Quien se creía este hombre, que estaba a su completa disposición.

- ¡Me está esperando!-recalco sarcástica- Pues dígale que no iré a ningún lado con él.

Iba a cerrar la puerta pero Assam se lo impidió deteniendo la puerta con su mano y puntualizo serio :

- Me dijo que le dijera que no aceptara negativas, debo llevarla con el así tenga que usar la fuerza.

Muy enojada, Hana respiro profundo y termino accediendo, que caso tenia, sabía que por ahora el siempre impondría su voluntad.

- No hará falta, me cambiare e iré, pero tendrá que esperar un buen rato, porque voy a darme un baño-

Dándose por satisfecho Assam asintió y se retiró.

A propósito Hana decidió tardarse mucho más de lo usual, lleno la bañera de agua tibia, vertió gotas de esencia de jazmín en la bañera, puso música turca y se despojó de su ropa para sumergirse en la bañera para relajarse bajo las aguas espumosas

Paso mucho tiempo, y esa era la idea, hacerlo esperar, molestarlo, hacerle saber que él no podía mandarla como quisiera.

Mantenía los ojos cerrados logrando distraer su mente con esa música que tanto amaba y le traía tan buenos recuerdos de su país, sus costumbres y su hogar

La puerta se abrió siendo imperceptible el ruido para Hana pero una voz la saco de su letargo

- Tal vez deba cambiar de opinión y quedarnos aquí

Hana abrió los ojos como dos platos al ver a Rahamm, allí parado en el marco de la puerta y con una expresión divertida pero en el fondo de sus ojos podía divisar ella que la observaba con deseo.

Instintivamente se cubrió los senos con sus manos pero el jabón cubría gracias a Allah todas sus partes íntimas.

- Que rayos haces aquí- cuestiona muerta de la vergüenza al verse expuesta a Ashraf, quien sonreía burlonamente-- Sal de aquí- le ordeno

Pero Ashraf no se inmuto para nada sino que lo divirtió más, sin embargo concedió:

- Te esperare afuera pero si necesitas ayuda, no dudes en llamarme

- No lo hare- le aseguro

Él sonrió y salió

Hana salió de una vez del baño, se arropo en una toalla grande y ya en la habitación, previa verificación que estaba sola, empezó a vestirse.

Se puso un sencillo abaya de algodón color verde lima y unas sandalias de tacón bajo, se recogió el pelo y envolvió con su hiyad y maquillo ligeramente.

Cuando salió a la sala él no estaba, pero la sala estaba un precioso jarrón con flores típicas de su Turquía natal

Por Allah que pretendía este hombre

Suspiro y leyó la nota

- Hoy te llevare a un reencuentro con tus raíces y tus amores

¿Qué significaba?

Hana salió al pasillo y allí estaba el guardaespaldas, quien la escolto hasta el auto donde la esperaba Ashraf Rahamm.

Ashraf le arropo con su mirada que mostraba admiración, mientras sostenía una llamada por el móvil.

- Ayla te prometo que Murat estará para tu cumpleaños 15, pero aún faltan meses.

Del otro lado de la línea hubo un estallido de felicidad

- Si también ella estará presente- añadió dirigiendo una mirada a Hana.

Hana sintió que se refería a ella, pero no comento nada y desvió la mirada a la ventanilla tratando de contener los latidos de su corazón.

Ashraf la llevo a un restaurant turco en la quinta avenida y ella no pudo disimular esta vez su alegría y a la vez su melancolía.

El mesero vino a ellos y como siempre fue Ashraf quien pidió, pero ella no se quejo pues pidió comida tradicional turca que eran su debilidad.

La comida principal fue shish kebablar (brochetas de cordero). La carne es a menudo asada. También contenía pescado el cual es abundante en el Bósforo y en la costa, pero suele ser caro y las verduras por lo general se preparan con aceite de oliva y es común el arroz pilav. Añadiendo sopa que son una parte importante de la dieta.

Degustaron cada uno de los platos principales y ella se sacio hasta mas no poder.

Posteriormente le trajeron Kahve que es un café turco consistente en una infusión espesa servida en tacitas, que acompaña cada comida.

Agregando dos principales postres turcos: el baklava (pastel bañado en jarabe) y el muhallebi (budín de leche).

Ella comió de todo, y con avidez, al igual que el quien la observaba complacido de ver cierto brillo en sus ojos.

- Ahora que te parece si vamos a bailar- propuso el después que pago la cuenta

- No - se negó de inmediato- yo debo volver Vincent ira a visitarme

Ashraf no pudo disimular la molestia que la sola mención de ese nombre le producía, sin embargo con la seguridad que lo caracterizaba le ordeno

- Llámalo, dile que no vaya

- No puedo hacer eso- se resistió

- Aun las sorpresas no terminan- le informo y ella no pudo evitar emocionarse cuando el había prometido que la llevaría a tener un reencuentro con sus raíces y amores, así que acepto con espontaneidad.

- Esta bien, le enviare un mensaje.

Mientras Ashraf daba un sorbo a su café observaba con detenimiento a Hana que le enviaba a Vincent y no podía evitar que los celos le carcomieran el alma.

Hana centro ahora su atención en Ashraf y sonriente confirmo.

- Listo, ya nos podernos ir

Ashraf no podía disimular la alegría que le producía ver a Hana tan feliz, había bajado la guardia y este podía ser el principio para lograr conquistarla.

Cuando estaban de nuevo en el auto y Assam puso en marcha el auto, el informo:

- Iremos con unos amigos de Turquía que tienen bastante tiempo viviendo en este país, tienen una fiesta, claro está, al estilo turco, con comida, bebida y música de nuestro país

Oír eso la emociono, hacia tanto que no bailaba la música típica de su país y quizás solo por esta noche daría una tregua con su enemigo.

Hana; hacia la libertad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora