Hana; hacia la libertad.

CAPITULO 78 LOS ERRORES SE PAGAN

Hana salió de aquel edificio sintiendo que su mundo de sueños ahora si había llegado a su final, estaba tan sumergida en su dolor que cruzo la calle de manera imprudente, escucho un claxon de un auto y alguien la tomaba y la llevaba de vuelta a la acera, mientras el auto que paso y la hubiera atropellado paso diciéndole unos improperios.

No lo podía acusar, ella fue quien actuó imprudentemente y pudo haber muerto y el conductor sufrir cargos legales.

Al girar se encontró con unos ojos azules que le miraban con la misma ternura y amor de siempre

—Era Vincent

Hana que te pasa- le pregunto de inmediato al ver su estado, se notaba había llorado.

Como ella no respondía y le costaba salir de su shock, el la tomo del brazo y decidió.

—Ven te llevare a tu apartamento.

Hana no puso objeción y se montó en el auto y el camino lo hizo en silencio, sumida ella en su dolor y en su miseria.

Al llegar al edificio, él se bajó para abrirle la puerta y cuando sabía que su intención era acompañarla ella lo detuvo diciéndole.

—Gracias Vincent por haberme salvado, pero estaré bien.

—Hana no intento más nada por ahora respeto tu decisión, solo quiero que tengas presente que cuentas conmigo como amigo.

Aquel gesto la enterneció y se puso de puntilla para darle un beso en la mejilla y Vincent la envolvió en brazos y ella se permitió recibir ese abrazo de apoyo que tanto necesitaba, el beso sus cabellos.

Se separó de él y le dijo.

—Gracias Vincent, estaré bien, nos vemos mañana en la oficina.-se despidió

Hana entro a su apartamento y darse el tiempo para poner muchos pensamientos en orden antes de confrontar a Ashraf.

Mientras se daba un baño esperando que el agua caliente pudiera relajar sus músculos tensos dejo que el llanto retenido aflorara buscando un desahogo temporal, porque su corazón estaba destrozado y jamás podría recuperarse del todo.

Al salir del baño su teléfono repicaba y vio que era Ashraf, pero no iba a responderle, no estaba prepara aun.

Decidió meterse bajo las sabanas y olvidarse del mundo, de Ashraf, de este dolor que desangraba su corazón.

Siguió desahogándose a través del llanto hasta que finalmente exhausta se quedó dormida.

Eran las 9 pm cuando despertó y decidió ir a la cocina a prepararse un té.

Mientras lo preparaba escucho que alguien abría la puerta de la sala y pasos posteriores.

Pensando que era Zully que había adelantado su viaje de regreso, continuo tranquila preparando él te, luego lleno un vaso. Cuando la persona que entro en la cocina no era precisamente la que esperaba o deseaba ver.

Ashraf entro en la cocina y su expresión mostraba preocupación, fue directo a ella que estaba detrás de la encimera y ahuecando su rostro le pregunta desesperado-¿Estas bien?-conectas su mirada escudriñándola y nota esa mirada vacía que lo asusta-te he estado llamando toda la tarde y no me respondías, pensé que habías vuelto a enfermar.

Hana nota que se ha quitado la férula y ahora la envuelve en sus brazos pero el siente su rechazo, como ella no corresponde a su abrazo y marca distancia.

—Te quedaste con una llave-le cuestiona separándose de él.

—Disculpa Hana pero después de lo que paso no quiero arriesgarme a que algo te pase-se defiende en tono afectado y molesto porque no entiende que pasa con Hana, porque pone distancia y porque cuestiona tenga sus llaves cuando ya son una pareja formal.

¿Qué pudo cambiar de la noche a la mañana?

Ashraf nota ahora esa resistencia y frialdad que ve en los ojos de Hana y que son una premonición de algo no muy bueno.

—Que irónico, si aquí el único que me ha lastimado has sido tú, una y otra vez, pero ya no más- le suelta con rabia, con dolor.

— ¿Que pasa Hana? Hablemos- le pide frustrado

—Tu y yo no tenemos nada de qué hablar- espeto con ira.

—Si debemos hablar, necesito una explicación para tu repentino cambio de humor-le cuestiona alzando un poco el tono de voz- pensé que finalmente tu y yo estaríamos juntos, por Allah me dejaste una nota diciéndome que aceptabas irte conmigo a Turquía, me dijiste que me amabas.

—Crees que realmente yo pueda llegar a amarte-le grita con todo el odio que siente formándose un nudo en su garganta por los deseos reprimidos de llorar- cuando tu extorsionaste y humillaste a mi padre de la peor forma- le escupió con toda la rabia y dolor que sentía.

El guardo silencio y ella vio la culpabilidad dibujada en su rostro y ella fuera de siguió acusándolo.

—Tú obligaste a mi padre a acceder a nuestro matrimonio chantajeándolo con llevarlo a la quiebra, no sabes cuánto odio y desprecio siento ahora por ti y tal vez en algún momento que ignoraba esto, pude llegar a pensar que era un hombre que buscaba redimirse de sus errores y del cual podía enamorarme, ahora estoy segura que jamás podre amarte.

Quizás fue el escuchar de sus labios que lo despreciaba y que jamás podría lograr que ella lo amara, sentía frustración e impotencia porque de nuevo un viento fuerte había pasado y llevándose consigo la esperanza, el amor y la felicidad

Ashraf la tomo en sus brazos sin delicadeza y clavando su fiera mirada en ella reconoció

—Si lo hice y lo haría de nuevo si fuese necesario, como te dije una vez, por tenerte haría lo que fuera, sea honorable o deshonesto, no me importa, solo me importas tú.

—Eres un desgraciado- le escupe mientras golpeaba su pecho con rabia intentando alejarlo al tiempo.

Pero en vez de lograr alejarlo el la atrae más a su cuerpo y la neutraliza envolviéndola en un brazo y permaneces así unos segundos, sus corazones laten al unisonó pero por diferentes razones, ella porque siente odio por él y por qué teme que esto se acabe aquí y suspirando en sus cabellos le pide.

—Hana no me dejes de nuevo o te juro que...

Hana ignora su tono desesperado y en medio del caos le rebate

—¿Qué? te vengaras de mí, volverás a buscarme, me llevaras obligada de vuelta a Turquía y me encerraras en una prisión. Te odio Ashraf porque por tu culpa tuve que separarme de mi familia, por tu culpa no he hablado en años con mi padre, y el solo fue otra víctima tuya. Por tu culpa he vivido con temor y angustia y ya no puedo más

El al notar su quebrantamiento, pensó que lo mejor era dejar esa conversación para otro momento, lo menos que deseaba en este momento es que ella se enfermera de los nervios como le había sucedido hace poco.

—Me iré, pero en algún momento deberemos hablar-comunico y sale de la cocina.

Hana lo sigue y ve que él ha alcanzado la puerta y le grita.

—Vete, y no regreses nunca más-ella fuera de si cuando lagrimas traicioneras ruedan a raudales por sus mejillas- entiéndelo te odio, te odio con toda mi alma.

Ashraf miro por última vez a aquella mujer que amaba con toda su alma pero debía reconocer que los errores se pagan y tarde o temprano te pasan factura y aunque tenía un As bajo la manga, no la usaría, porque eso destruirá aún más a Hana.

Al salir del edificio Ashraf se acercó al guardaespaldas que aun seguía vigilando a Hana y le pidió el reporte del día llevándose la decepción de ver una foto donde Vincent y ella estaban abrazados a la entrada de su edificio y todo su ser se  lleno de sentimientos oscuros.

Nota> Mis queridas lectoras publicare de nuevo el día miércoles. Espero sus comentarios