CAPITULO 60 FELIZ CUMPLEANOS

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Llegaron al muelle y fueron al Yate de Ashraf, siendo recibidos por el capitán.

Al abordar él le dio algunas órdenes al capitán y luego la llevo a su camarote diciéndole

—Ponte cómoda, espero hayas traído un traje de baño, alcánzame dentro de poco en la cubierta, ya di ordenes que zarpáramos.

Se despido de ella con un beso en la mejilla que ella atesoro hasta que entro en el camarote y se dejó caer en la cama con las emociones a punto de infarto.

Se decidió por un traje de baños de dos piezas color turquesa y con una mantilla cubrió la parte de abajo, se sentía incomoda al estar tan expuesta.

De hecho solo había ido a la playa en tres ocasiones porque su amiga Zully casi la había arrastrado obligada.

Al subir a la cubierta pudo ver una mesa improvisada donde había un suculento desayuno servido y el esperándola sentado ya en una de las sillas.

Ashraf se puso de pie de inmediato al verla y ella pudo vislumbrar que en la profundidad de sus ojos había admiración y se ruborizo.

-—Nunca conocí a alguien que se ruborizara tanto- comento el en tono jocoso aligerando la tensión por parte de ella.

El cómo todo un caballero le removió la silla para que ella se sentara y luego sirviéndolo un vaso de jugo le dijo.

—Ya oficialmente inicia tu día especial

Ella estaba feliz, fascinada y cada vez más enamorada.

El día paso en un abrir y cerrar de ojos de lo que disfruto, ella acostada en una esterilla disfrutaba que el sol la calentara y se vio en la necesidad de pedirle a Ashraf que le untara el protector solar.

Sus manos eran una tortura deliciosa.

Luego el la invito a bañarse en el mar, pero ella se negó, si algo le temía era al agua. Jamás aprendió a nadar.

Ashraf si se lanzó por la borda y se le noto disfrutando mucho del agua. Ella lo observaba extasiado al notar el cuerpo fabuloso que poseía.

Más tarde él se secaba con una toalla y le pregunto

—Porque no quisiste nadar

—Es que nunca aprendí a nadar- confeso apenada

—Y quieres que algún día yo te enseñe- pregunto el con esa mirada tierna que la congela.

—Sí, me gustaría aprender- reconoció devolviéndole la sonrisa

—Es un trato entonces

Y no era lo único que quería que le enseñara- pensó ella.

—El tiempo ha pasado volando- acoto mirando el reloj- y como te lo prometí será una noche especial de celebración, así que será mejor que subamos a darnos un baño y ponernos elegantes

—No sé qué más tengas preparado, pero ya este día ha sido muy especial.

Él le sonrió y ella se derritió por completo.

Hana se encamino a su camarote muy feliz pero también muy nerviosa pensando en que estaba llegando la noche y con ella muchas sorpresas y decisiones que tomar.

A las 7:30 tocaron a su puerta.

Ya vestida, maquillada, perfumada y al borde de un colapso nervioso fue a abrir.

Ashraf Rahamm estaba delante de ella, llevaba puesto un traje de Oscar de la Renta, color gris oscuro que le sentaba a la perfección, oliendo riquísimo una colonia de Hugo Boss y una gran sonrisa que la derritió.

Hana; hacia la libertad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora