CAPITULO 57 UN COMPROMISO INELUDIBLE

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Las manos de Ashraf ahora subieron debajo de su blusa para tocar su piel desnuda y fue justo allí donde las alarmas de Hana se activaron y se cohibió y no porque no deseara hacer el amor a estas alturas ya no era dueña de su voluntad, sino era su inexperiencia que la ponía nerviosa, errática, torpe y solo lograba tocar tímidamente su pecho viril percibiendo como el corazón de el latía desaforado y violento y no pudo evitar tensarse y él lo percibió.

Sin embargo Hana logro silenciar su voz interior cuando le mordió el labio inferior con tanta dulzura, pasando de un beso apasionado a uno suave, y que buscaba llenar también sus sentimientos y la estrecho más contra su cuerpo terminado el beso de manera inesperada y ella con los ojos muy abiertos lo miraba sin comprender porque paraba, porque la dejaba con ganas locas de seguir experimentando aquello que se revolvía en su interior.

Ashraf se permitió disfrutar de mantenerla pegada a su cuerpo en un momento eterno.

- Hana lo que más deseo es hacerte el amor- susurro atormentado el contra su oído pero antes que ella pudiera decir algo él fue alejándose física y mentalmente.

Ashraf tomo su rostro entre sus manos, acariciando sus mejillas y observando sus labios rojos e hinchados, sacudió la cabeza, sin mirarla para poder despejarse y no sucumbir a lo que tanto deseaba y no dijo nada por unos segundos que fueron eternos cuando su mirada "fuego vivo" expresaba ciertamente el deseo que sentía por ella pero también una determinación por hacer las cosas bien y aclaro:

- Si te hiciera el amor en este momento me odiaras-ella iba a negar pero el agrego- y con justa razón, no estas preparada, no te sientes segura, además la cocina no es el mejor lugar para hacerle el amor por primera vez a mi esposa, tu mereces una habitación llena de pétalos de rosas y velas encendidas como este fuego que sentimos. Por eso declinare-concluyo.

Hana aspiro aire hondo, intentando calmar su voz al hablar

- Ashraf no sé qué decir...

Solo dos palabras – le respondió el internamente pero esas dos palabras no salieron de la boca de Hana, quizás porque no estaba preparada o aun no podía decir "Te amo" y eso es algo que lo atormentaba. No sentirse aun seguro del amor de su esposa.

- No tienes que decir nada- concedió finalmente el y beso su frente con suma ternura y para romper el momento tenso adopto de nuevo esa actitud jovial y sugirió- ahora dime en que te puedo ayudar en la cocina.

Ella suspiro y Ashraf la bajo del mesón.

Percibió el olor a quemado y corrió de inmediato a apagar la estufa donde se estaba cocinando el pilav y superado el momento de intimidad logro relajarse y le sugirió:

- Lleva tú la vajilla a la mesa que yo terminare aquí.

Ashraf hizo tal cual y cuando regreso a la cocina ya Hana sacaba del horno la Baklava y se le hizo agua la boca y quiso probar un poco pero Hana le advirtió que debía esperar.

Su móvil sonó y al ver su rostro se puso serio pensando que eran asuntos de negocios ella le indico

- Puedes responder en la sala, yo mientras subiré a darme un baño-informo quitándose el delantal dejando ya la comida lista solo para servir, ahora debía ponerse bonita, olorosa y encantadora para Ashraf y estar a la altura de su novio guapo.

Ashraf salió del área de la cocina y al llegar a la sala atendió esa llamada que sabía amargaría su noche. Era su padre y esa llamada presentía no era solo para saludarle.

- ¿Padre como esta?-carraspeo.

Endorgan no se anduvo por las ramas y enseguida exploto contra su hijo.

- Que diantres haces jugando al novio con tu mujer, solo debes traerla de vuelta sin miramientos

Directo y mordaz, así era su padre cuando el honor se anteponía a todo.

- Las cosas serán como yo las decida-sostuvo sin un ápice de temor.

- Te volverás blando con una mujer que ha pisoteado tu honor-cuestiono Endorgan furioso- ejecuta tu venganza, cobra la afrenta, traerla de vuelta a Turquía y que viva cada para arrepentirse de lo que hizo, nadie mancha nuestro apellido y nuestro honor y sale ileso.

- No discutiré eso en este momento.

- Solo te recuerdo el compromiso que tienes con la familia Sariyan.

Ante la mención de ese apellido Ashraf se llenó de tensión e impotencia porque a estas alturas aun desconocía como librarse de ese compromiso que jamás debió adquirir y ahora venía a cobrarle y justo en el momento donde creía estar tan cerca del paraíso.

"Paraíso que podía volverse un infierno"

- No lo olvido y lo resolveré- dijo cortante.

Ashraf corto la llamada sabiendo que se ganaría aún más el enojo de su padre, pero nadie mandaría sobre él y sus sentimientos y si en algún momento el deseo precisamente eso que exigía su padre "hacerle pagar la afrenta a Hana" ya las cosas habían cambiado, porque aunque quiso creer que esa fue su primera motivación al buscarla, la verdad es que fue ese amor que sentía por ella y no era venganza lo que ansiaba sino obtener el amor de Hana.

Ashraf vio entrar a Hana y esperaba no hubiera escuchado nada, por su semblante sabía que no era así.

- Me daré un baño y regreso- le dijo ella notando el ceño fruncido de Ashraf que disimulo de inmediato para regalarle una sonrisa.

- Si quieres te ayudo- sugirió el mitad en broma pero su ángel malvado lo instaba a subir con ella y terminar lo que empezó, hacerle el amor a su esposa.

Hana escandalizada negó y toda mortificada subió rápido las escaleras huyendo de él y su propuesta pero también de sus mismos deseos.

Al entrar en su habitacion sintio latir su corazon de una manera desaforada, el amor la tenia en las nubes de la felicidad, sentia estabas a las puertas del paraiso y apostaria a entrar a el.


Hana; hacia la libertad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora