CAPITULO 73 PERDERLO

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Hana había informado a Rosee sobre lo acontecido con Anabel, quien entro en una crisis y ella la acompaño a su casa para estar con ella y darle apoyo moral mientras esperaban.

Por su parte Vincent fue a la delegación policial y les estaría informando.

Hana también estaba al punto de un colapso, tenía una angustia alojada en su pecho y algo le decía que algo no estaba bien.

Pensó en Anabel y pidió a Allah que Ricky no pudiera hacerle nada

Y pensó en Ashraf y también el pidió a Allah por él.

No soportaría que algo le pasara.

A pesar de lo que paso entre ellos el pensar en perderlo le producía desasosiego y ansiedad.

Fue a la cocina por un té para llevarle a Rosee pero de pronto sintió una punzada en su corazón debido a un mal presentimiento que se alojó en su ser y su taza cayo de sus manos, rompiéndose y manchando el piso con el líquido amarillento.

En ese momento entro la sirvienta y le dijo:

—Srta. Venga, el señor Vincent llamo, ya rescataron a su hermana y están el Hospital Lenox Hill.

Llego presurosa a la sala donde la Sra. Rosee lloraba desconsoladamente

Ella la abrazo y le dijo:

—Cálmese, ella va estar bien

—Dice Vincent que está muy golpeada, ese desgraciado quien sabe que le hizo a mi hija y Ashraf Dios, está herido.

Ahora si el corazón de Hana se paralizo

¡Ashraf herido!

Su peor pesadilla se hizo realidad

Empezó a hiperventilar pero se obligó a controlarse, solo quería ir pronto al hospital y ver que él estaba bien, tenía que estarlo.

En el camino oro como nunca a Allah para que lo salvara.

Al llegar Vincent las recibió y les informo que ya estaban atendiendo a Anabel, que gracias a Allah el tipo no pudo violarla, que era su intención, pero si la había golpeado, también les dijo que Ricky había sido herido pero había sobrevivido. Hana pudo ver a Mesick sentado en una de las sillas de espera y su cara era de completa desolación, su palidez solo podía significar que Ashraf estaba muy grave.

Rosee pregunto por Ashraf y Vincent solo dijo que ya lo estaban atendiendo también.

Ella no pudo preguntar, no quería saber, se negaba a recibir una mala noticia.

Rosee pidió hablar con el médico y ver a su Anabel y Vincent la llevo y ella prefirió esperarlos.

Se acercó a Mesick y le pregunto por Ashraf

—Lo hirieron, perdió mucha sangre pero al parecer la bala entro y salió

—Pero va a estar bien, ¿va a vivir?- pregunto Rosse en shock

—Compruébelo por usted misma.

Hana entonces lo vio venir por un pasillo, tenía el brazo o vendado y sin pensarlo corrió hasta el emocionada de verlo vivo y salvo.

—Estás bien, estas bien- repetía una y otra vez mientras se abrazaba a él con cuidado.

Ashraf se deleitó en ese abrazo y por instante se olvidaron de todo lo que los rodeaba y de sus desacuerdos y odios.

—Afortunadamente la bala entro y salió, no afecto ningún organo, solo debo tomar antibióticos- le informo cuando se separaron un poco y el vio las lágrimas que corrían por las mejillas de ella y las limpio con cariño- Creí que querías verme muerto, eso hubiera solucionado todo para ti- inquirió conmovido por sus lágrimas.

—Jamás le desearía la muerte a nadie- indico ella dejando que las lágrimas fluyan sin control

Con una de sus manos limpia sus lágrimas

—Quiero pensar que estas lagrimas es porque te importo aunque sea un poco- sugirió el con anhelo

—Me importas demasiado- reconoció ella.

Rosee estaba feliz de que Ashraf estuviera bien, que Anabel también, a pesar que sus heridas eran notorias, se recuperaría pronto, solo sabía que sus heridas emocionales tardarían más tiempo.

Mesick aprovecho que la familia conversaba para ir al cuarto de Anabel, necesitaba verla, corroborar que estaba bien con sus propios ojos.

La encontró sentada en su cama recibiendo atención de una enfermera que le chequeaba la tensión. Terminado esto la enfermera salió

—Ya podre irme a casa- le dijo a Mesick, feliz en medio de su dolor de verlo

Él se acercó y Anabel y ella pudo ver cierta vergüenza en su cara y no entendió así que le pregunto

—¿Que sucede Mesick?- le pregunto en un susurro

—Yo te falle, debí estar ahí protegerte, mira tu cara, lo que ese desgraciado te hizo

Ella paso su mano por su rostro viendo que sus ojos tenían lágrimas y eso le llego al alma y lo obligo a levantar la mirada para que sus ojos se perdieran en los suyos. Amaba a este hombre y ahora estaba segura de la decisión que tomaría, pero eso lo hablarían más adelante.

—No te culpes, me has cuidado y estas aquí, así solo haya sido un trabajo- añadió para ver su respuesta, necesitaba corroborar si él la amaba tanto como ella a él.

El la miro con tanta intensidad que ya ella no tuvo dudas de su amor

—Créeme que fue más que eso- le dijo y entonces le dio un beso.

La dulzura de sus labios le calentó el corazón, se prendo de esos labios y juro jamás desprenderse de ellos.

Se separaron por falta de aire y entonces ella le pregunto

 —Tienes algo más que decirme?

El inhalo y exhalo, y después de unos segundos que a ella le parecieron una eternidad reconoció

—Yo te amo Anabel, te amo con todo mi corazón

Los ojos de Anabel se llenan de lágrimas, sumamente conmovida y tan feliz de escuchar finalmente esa declaración de amor de labios de Mesick

Mesick enmarca su rostro y por unos segundos solo mantienen su mirada conectada y Anabel también confiesa:

—Y yo te amo a ti Mesick, eres el amor de mi vida y el hombre con el que quiero pasar el resto de mi vida.

Se besaron de nuevo sabiendo que ya sus destinos estaban sellados en ese amor que nació en medio del miedo, del temor y el dolor pero donde él fue para ella su salvador, su protector, y ella era el amor que creyó jamás conocer.


Hana; hacia la libertad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora