Con Otros Ojos (Portgas D. Ace) [Traducción]

Capítulo 37 : Tratamiento y oportunidad de conocerlo.

No presto atención en absoluto a los ruidos y malas palabras detrás de mí. Prefiero cuidar mi mano quemada. Ace podrá escuchar algo sobre eso, eso está claro. En ese momento oigo el pisoteo de unos pies que huyen. Apoyé la cabeza en la mesa y refunfuñé. Pero antes de que pueda hacer algo, mi brazo me arranca de la mesa. Justo a tiempo antes de que Ace choque contra la mesa. Parpadeo sorprendida y miro al rubio.

— Gracias. — digo ingeniosamente.

Él sonríe y dice: —De nada. Por cierto, soy Silvers Rayleigh —. Dicho esto, me tiende la mano.

Lo agarro y digo: — Lucía, un placer —. Ace se pone de pie nuevamente y se lanza hacia el hombre de cabello oscuro, que no es otro que Gol D. Roger. Se sienta relajado en la barra y realmente no parece tomarse a Ace en serio. Lo que enfurece aún más a Ace.

— Esto podría tomar un tiempo —, digo molesto, frotándome la frente.

— No creo que Roger tenga hambre —, dice Rayleigh con una sonrisa. Bueno, seguro que subestima a Ace. Ace vuelve a chocar contra la pared. Ya estoy bastante molesto, así que me acerco a Roger antes de que Ace pueda abalanzarse sobre él nuevamente. Me paro frente a él y le doy la espalda. Mientras lo hago, noto que me mira sorprendido.

— ¡Ace, ya es suficiente! — Digo seriamente y miro a Ace. Un hilo de sangre le corre por la frente y está sucio. Quiere correr hacia Roger otra vez, pero yo me interpongo en su camino. Ese también era mi plan.

Me mira y gruñe: — ¡Apártate LUCÍA! — La última parte grita.

— ¿Para qué puedes seguir trapeando el piso? ¡Ya es suficiente, Ace, por favor! ¡Queremos ver a papá después de todo! — Apelo a la razón de Ace y uso la palabra padre para Barbablanca para calmar a Ace. Veo algo parpadear en los ojos de Ace, pero luego se oscurecen nuevamente. Suspiro, pero sé que Ace no atacará hasta que yo esté fuera del camino. Él viene hacia mí, las llamas suben por sus brazos. – ¡Ace! —digo tranquilizadoramente.

De repente noto una mano enorme que me acaricia la cabeza.

— Está bien pequeña, no le pasará nada a tu amiguito —. Escucho la voz oscura de Roger. ¡Suspiro molesto uno tan testarudo como el otro! Roger me empuja a un lado. Dime, ¿están estos dos completamente locos ahora? Ace vuelve corriendo hacia Roger y Rayleigh me hace retroceder un poco. Mis cejas se mueven con molestia. Gruño cuando Ace choca contra la pared otra vez.

— Es peligroso interponerse entre esos idiotas — dice Rayleigh con calma.

— ¡No tienes idea! — Digo peligrosamente tranquilo. Ya puedo sentir mi ira ardiendo bajo mi piel. Cuando Ace ya está corriendo hacia Roger otra vez y él simplemente sonríe provocativamente, mi sombrero estalla.

— ¡YA TENGO HASTA DE USTEDES IDIOTAS! — Grito fuerte. Rayleigh da un paso atrás sorprendido y las dos llamas de inteligencia me miran sorprendidas. Respiro con dificultad, me arde la mano y la aprieto en un puño. Todo mi cuerpo tiembla de rabia.