𝐓𝐫𝐞𝐬

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1 DE SEPTIEMBRE DE 1983, TIERRAS ALTAS DE ESCOCÍA, HOGWARTS.

El patronus en forma de pez que había nacido desde las manos de Tom Riddle pertenecía a Horace Slughorn, quien la invitó a su despacho luego de la cena de bienvenida.

Cuando finalmente llegó, la puerta estaba entreabierta, como si alguien acabase de salir de allí y su sombra acabase de deslizarse hacia afuera. Horace estaba en su escritorio, el calor de la habitación la golpeó, los calderos ardiendo al rededor emanaban un ardor burbujeante que pintó las mejillas de Adeline inmediatamente.

Se acomodó el cabello detrás de las orejas y cerró despacio la puerta, cuadró los hombros y finalmente le sonrió.

—Addie—la saluda, cálido, amable, dándole la bienvenida a su último año.

—Profesor Slughorn.

Horace le sonríe incómodamente de vuelta, parece nervioso, trata de ser un buen anfitrión mientras le ofrece té con rodajas de naranja, Adeline se niega amablemente mientras juega con sus dedos, se sienta frente a él y para dejar de negarle todo, acepta un vaso de jugo de alguna cosa.

—Ha...surgido algo—dijo, arrastrando las palabras.

—Lo escucho.

—Eres la mejor de mi clase, tú y yo sabemos eso, lo eres por poco, pero lo eres, y tengo una propuesta para ti—su voz es forzada, trata de no tartamudear—Es tu último año y supongo que la presión es terrible, verás ir y venir las respuestas de las propuestas del ministerio o de los bancos más prestigiosos para que acudas o no acudas a ellos luego de graduarte, pero surgió algo que aliviara todo eso, no tendrás que enviar solicitudes, ellos te buscarán a ti.

Addie lo mira extrañada, sus ojos reflejan una curiosidad dulce—Profesor...

—No tendrías que hacer demasiados exámenes, te eximirías de la mayoría por lo complicado que es el trabajo que tengo para ti, pero dependiendo de tu avance, iré calificándote como a los demás. Cada vez que los demás tengan un examen, a ti te evaluaré el proceso y lo enviaré a ministerio.

Sus ojos se iluminan, la curiosidad avanza y se emociona.

—Deberías...es decir, deberían, hacer todas las pociones de sus libros de clase que no tarden más allá de nueve meses en completar su realización. ¿He dicho que es una competencia entre las principales escuelas de magia del mundo?—Horace sabe que a despertado un fuego de interés en Adeline— Se les dará un laboratorio exclusivamente a ustedes y todos los implementos. Las pociones luego serán utilizadas como recurso oficial de Hogwarts y tendrán sus nombres en la etiqueta, recibirán fama y premios si llegasen a ganar.

Adeline adoraba el honor. Adoraba tener una reputación alta y de excelencia, era una oferta tentadora, Horace sabía como negociar con ella para que fuese cayendo lentamente en el trato. Era una serpiente competitiva y la simple idea de competir con personas más allá de los terrenos de Hogwarts... —Dijiste "deberían", ¿Es grupal?

—En parejas—le suelta.

Adeline parpadea y frunce ligeramente el ceño—¿Puedo escogerla yo?

Horace se muerde las uñas y se encoge de hombros—Dime tus candidatos...quizás coincidan con-

—hay una chica que habla griego, olvide su nombre, es la tercera de la clase, sabe más idiomas que yo y puede ayudarme con las traducciones—frunció el ceño tratando de recordar—Fremel, creo que es su apellido, o quizás Fexell...

Slughorn palidece un poco—No es ella quien será tu pareja...

—¿A si que estoy adivinando más que proponiendo?

Paris, Texas - Tom Riddle Donde viven las historias. Descúbrelo ahora