𝐕𝐞𝐢𝐧𝐭𝐢𝐜𝐮𝐚𝐭𝐫𝐨

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—El diablo te ha mirado a los ojos.

Su voz, esa voz, suave, siniestra, amarga, peligrosa, como una caricia con el lado plano de un cuchillo de plata

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Su voz, esa voz, suave, siniestra, amarga, peligrosa, como una caricia con el lado plano de un cuchillo de plata.

La verdad es que es él quien la está mirando a los ojos.

Ha sido él quien a brillado contra la sangre de aquel joven.

Adeline no puede dejar de temblar.

Hay un falso suicidio sobre sus cabezas.

Ha visto sangre. Una cascada de sangre. A visto las costillas de aquel chico y ha visto su corazón tratando de sobrevivir, soltando chorros de sangre recién oxigenada, como si estuviese buscando alguna arteria que pudiese transportarla al lugar correcto.

Todo para que se reduzca a un suicidio.

Y frente a ella, está la mano de Tom Riddle, extendida hasta ella, como la vez en que-

"Tregua"

Adeline siente que podría desvanecerse en cualquier momento.

Un recuerdo demasiado escondido en su cabeza.

Duele.

Siente que es un diente de león y en cualquier momento alguien va a soplar en su dirección y su cuerpo se fragmentará en pequeños trozos que se dispersarán para jamás encontrarse.

La ha dejado su novio. La ha dejado su asesino. Y ahora la está invitando su enemigo.

—Ven conmigo—le dice él, guiándola en su trance—La noche es joven, y hay mejores lugares para permanecer que bajo un suicidio.

¿Acaso ese era la especie de muérdago que se generaba para la pobre alma de Riddle? ¿Un hombre colgado?

La había seguido desde que salió borracha al corredor. Se integró en las sombras, en la oscuridad. Escuchó con creciente satisfacción la despedida de Anthony Goldstein y con un sangrante disgusto la amenaza de Benjamín-chico-Ilvermorny.

Es decir, ¿Quién se creía él para amenazar a Adeline Bennet? ¿Quién se creía él para arrebatarle la vida a la joven que lo ha fastidiado desde tiempos inmemorables? Ese placer debía ser solo suyo

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Es decir, ¿Quién se creía él para amenazar a Adeline Bennet? ¿Quién se creía él para arrebatarle la vida a la joven que lo ha fastidiado desde tiempos inmemorables? Ese placer debía ser solo suyo.

Paris, Texas - Tom Riddle Donde viven las historias. Descúbrelo ahora