Apuesto

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El reloj marcaba exactamente las nueve de la noche, y el alfa estaba tocando la puerta del castaño.

Había pasado todo el día preparándose, buscando la ropa adecuada para mostrarle una buena imagen al omega. Algo casual; una camisa de seda negra, junto a un pantalón perfectamente ajustado a los músculos de sus piernas y unas botas en sus pies.

El corazón de Harry latía con cierta ansiedad, pero también con una emoción palpable. Louis abre la puerta y su expresión se ilumina al ver al alfa tan apuesto.

-¡Harry! -exclama Louis con una sonrisa.

-Hola, Louis. Estás increíble esta noche -comenta Harry, devolviendo la sonrisa.

Es perfecto, mi omega.

El más pequeño vestía una camiseta verde oscuro, junto a un pantalón negro y unas Vans. Podía ver un ligero brillo por encima de sus párpados, acompañado de un poco de máscara de pestañas y de brillo labial.

-Gracias, Harry. Tu también luces muy apuesto -responde Louis, con un rubor suave en sus mejillas.

-¿Listo?- cuestiona extendiendo su mano hacia el omega.

Louis sonríe, toma la mano ofrecida del alfa y asiente con entusiasmo.

-Sí, listo. Vamos a disfrutar de la noche -dice Louis, y juntos se encaminan hacia el auto del alfa.

Sus manos ligeramente apretadas, apenas unidas. Pero ahí, juntas. Con una chispa en el medio. La gran mano del alfa sosteniendo la pequeña del omega, sintiendo su cuerpo templar al abrir la puerta para Louis.

El trayecto hacia la fiesta fue corto, acompañado de la suave melodía de la radio y la fresca briza de la noche.

Harry estaciono el auto, bajándose para abrirle la puerta al omega, y extendiendo su mano para ayudarlo a bajar.

-Lou, mis amigos pueden ser muy intensos. Son alfas muy idiotas, si te sientes incómodo, solo debes decírmelo y nos iremos. -murmura.

-¿Cómo-cómo me dijiste?-susurra sorprendido por el dulce apodo, mirando a su jefe con los ojos brillosos. -¿como me llamaste?-

-Yo- oh, mierda no me di cuenta. Lo siento.-

-No te preocupes, fue un desliz, pero me ha gustado. -sonríe, tratando de aligerar la situación. -No me molesta que me llames "Lou", no te disculpes.- murmura tomando la mano del alfa. -¿Puedo? Estoy algo nervioso.- señala la mano del rizado.

El alfa sonríe ante la aceptación de Louis y le entrega su mano con gentileza.

-Por supuesto, Lou. No hay razón para estar nervioso. -comenta Harry con tranquilidad mientras entrelazan sus dedos.

Caminan hacia la fiesta juntos, a medida que ingresan al bullicio y la música resuena en toda la casa. El alfa pega a Louis a su cuerpo, caminando por el montón de gente hasta llegar al living, donde se supone que deben estar sus amigos. No planea hacer nada con Louis, tiene muy en claro que él es su empleado y que no cambia en nada que estén entablando una amistad. Después de todo, es la primera vez que se ven fuera de la oficina y no está seguro si sea correcto lanzarle la propuesta para cortejarlo. Por ahora, solo acepta apretar la mano del omega y poner su otra mano en su hombro, para protegerlo de cualquier alfa borracho que pueda chocar con él. Es notable cómo se activa el modo protector en el alfa, cambiando su aroma a uno más fuerte e intenso, moviendo sus ojos rápidamente mientras escanea todas las caras de las personas a su alrededor y cómo su paso firme pero sigiloso demuestra su determinación por mantener a Louis a salvo en medio de la multitud. Después de todo, un alfa no puede hacer menor para proteger a un omega.

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