Mi familia

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Tal vez no ha pasado mucho tiempo desde que empezaron a considerar la idea de formar una familia, pero en este caso, la conexión que comparten es excepcional. Trabajan día a día, compartiendo cada momento en la misma casa y respirando el mismo aire, lo que ha fortalecido su vínculo de una manera única.

La noción de construir una familia junto a su jefe, quien también es su alfa, puede parecer inusual para algunos, pero para ellos tiene perfecto sentido. Después de un año exacto de noviazgo, con toda la empresa Styles y la familia Styles al tanto de su romance, después de pasar por pruebas, suplementos hormonales y noches sin dormir, están seguros de que están destinados el uno para el otro.

Aunque la idea de tener hijos propios puede estar en el horizonte lejano, no les desagrada en absoluto. Por ahora, lo que saben con certeza es que desean estar juntos para siempre.

Harry Styles es su alfa destinado, y para Louis, es la persona más hermosa que ha amado en su vida. Asi que si, quiere lucir su mordida en su cuello.

—Gatito— Llamo. Su voz resonó suavemente desde la silla, su mirada se desvió hacia el rizado sentado frente a él.

—¿Sí, mi omega?— respondió, sin apartar la vista de los documentos que tenía delante.

Entonces, soltó las palabras con determinación: —Quiero que me marques.—

Quizás no era el momento más propicio para lanzar esa declaración como si fuera una catapulta; tal vez debería haber elegido sus palabras con más cuidado o esperar un momento más apropiado que no fuera durante su jornada laboral. Pero la urgencia y la necesidad de sentirse completamente unidos a su alfa eran abrumadoras. No podía resistirlo más; ansiaba a Harry en todos los sentidos posibles.

Sin embargo, la situación tomó un giro inesperado cuando Harry, sorprendido por la solicitud, se atragantó con su propia saliva, tosiendo violentamente mientras se golpeaba el pecho en un intento por recuperar el aliento.

Después del repentino atragantamiento de Harry, su mirada se llenó de una mezcla de sorpresa y confusión, mientras un destello de rojo y negro se reflejaba en sus ojos, fusionándose con la profundidad del bosque que los caracterizaba. Con cuidado, como si temiera malinterpretar lo que acababa de escuchar, Harry preguntó: —¿Puedes repetirlo?—

La habitación quedó sumida en un tenso silencio, solo interrumpido por el latido acelerado de sus corazones. Louis, con una sonrisa tímida y las mejillas teñidas de un suave rubor, se inclinó ligeramente hacia adelante y repitió las palabras con claridad y determinación: —Quiero tu marca en mi cuello.—

Harry se levantó de su silla de golpe, casi corriendo hacia Louis. Con una expresión de urgencia y deseo, lo tomó en sus brazos, sintiendo cómo su lobo interior tomaba el control. El poco verde que quedaba en sus ojos se convirtió en rojo; un rojo ardiente, lleno de pasión y deseo.

Sin poder contenerse más, comenzó a lamer el cuello de Louis con una pasión indomable, provocando risas en Louis que pronto se transformaron en gritos de placer, mientras se aferraba al pecho de Onix.

—Onix, ¡aquí no! ¡Lobito, me haces cosquillas! Ah, Dios alfa, detente—exclamó Louis entre risas, mientras intentaba apartarse de los ávidos lamidos del rizado.

—Hermoso, mío. Vas a ser mío— gruñó Onix con determinación, con sus ojos brillando con intensidad, antes de que ambos cayeran sobre el sillón de la oficina.

Louis gimoteó al sentir la mano de Onix acariciando sus pezones, su voz temblorosa por el placer y la excitación. —¡Alfa! ¡Aquí no!— suplicó, mientras intentaba mantenerse cuerdo bajo la embestida de sensaciones.

No pasó mucho tiempo para que las lamidas cesaran, dejando que el verde volviera a inundar la oscuridad de los ojos de Harry, quien se separó del cuello de su omega con una mezcla de arrepentimiento y deseo.

—Mi vida— susurró Harry con voz ronca, su aliento cálido acariciando la piel de Louis. —Siento lo de...—

—Callate, tonto— lo interrumpió Louis con un beso, silenciando sus palabras de disculpa. —No debes disculparte por Onix, lo sabes— murmuró entre susurros entrecortados por la necesidad.

—Lo sé, solo que yo...—

—Que tú nada. Fue mi culpa— insistió Louis, su voz suave y tranquilizadora mientras sus manos acariciaban el rostro de Harry con ternura. —Tal vez no fue la mejor idea decirte en este momento que quería tu marca. Era obvio que lobito iba a tomar el control—

—¿Es cierto? ¿Quieres mi marca...?—preguntó Harry con un atisbo de esperanza en sus ojos.

—Sí, lo hago— respondió Louis con determinación, su mirada fija en la de Harry.







😭😭 MARCA

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