Regalo

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-Creo que voy a desmayarme ahora mismo, por favor dime que es una broma - murmuro, sosteniendo la pequeña caja metalizada entre sus manos. -¡Respóndeme!-

-Lou, el cortejo no ha terminado.- sonrió, posando sus manos en los hombros del omega. -Y sé cuánto querías ir a ese concierto.- beso su mejilla.

-¡No lo puedo creer!- gritó, dándose la vuelta y abrazando al alfa del cuello. -Es el mejor día de mi vida, gracias.- susurró contra su hombro.

-Créetelo, porque hoy iremos a ver a Liam Gallagher- murmuró.

-¿Puedes pellizcarme? Creo que estoy soñando.- preguntó alejándose del cuerpo del alfa.

-No lo haré. Solo te diré que no estás soñando.- sonrió caminando hacia su escritorio. -Ahora sí, hoy es viernes, lo que significa que debo asistir a la junta con Robert Shelly, y quiero que me acompañes. Será en dos horas.-

-Claro, jefe- sonrió caminando hacia donde estaba sentado el alfa. -Muchas gracias, Harry.- murmuró besando los labios del rizado.

-Por nada, Lou.-

-Bueno. Me encantaría quedarme, pero creo que es hora de irme de tu oficina, Harry.- dijo Lou separándose suavemente.

-Entiendo, Lou. Nos vemos en la junta dentro de dos horas. - respondió Harry con una sonrisa.

Louis salió de la oficina, llevando consigo la emoción del momento y la anticipación por el concierto.

El alfa suspiró contento; estaba feliz. Louis estaba con él, aunque aún no eran pareja, el cortejo parecía ser solo una capa. Los desayunos juntos, las cenas románticas compartidas, los fines de semana en parques y museos se habían vuelto su pasatiempo favorito.

Ayer había ido a la cárcel a visitar a su padre, quien lo felicitó apenas lo vio. Su hijo estaba enamorado, había encontrado a su omega. También hablaron de la empresa y de Gemma. Tal vez no fue lo mejor, pero su padre debía saberlo.

Ahora, solo faltaba una semana para el fin del cortejo. Louis le había dicho que solo sería un mes, y a partir de ahí tomaría la decisión sobre una relación con el alfa. Aunque no sabía por qué estaba tan nervioso, cuando Louis le había expresado que no creía en el cortejo y le parecía anticuado y tierno seguir el "protocolo" de alfa-omega.

-¿Luke? -inquirió ansiosamente, colocando el teléfono en altavoz, el murmullo de la oficina de fondo.

-Buenos días, soy Palmer, la secretaria del Señor Hemmings -respondió con profesionalismo la voz al otro lado.

-Buenos días Palmer, ¿podría conectarme con Luke? -

-Dígame su nombre, señor. -

-Harry Styles. Dile que es urgente. -

-Entendido, señor Styles. Conectaré la llamada con el señor Hemmings de inmediato. -Hubo una breve pausa antes de que la conexión se estableciera, y el sonido del timbre resonó, indicando que la llamada estaba siendo transferida.

Después de unos breves momentos, la voz de Luke resonó en la conversación con el suave murmullo de la música de fondo de su estudio: -¿Harry? ¿Qué ha pasado? -

-Hola, hermano. ¿Cómo estás? -se escuchó la familiaridad fraternal en la voz de Harry.

-Muy bien, ¿y tú? -Luke respondió, la entonación de su voz revelando la calma de quien está acostumbrado a las llamadas repentinas.

-Genial. Quería pedirte tu ayuda. -

-Claro, amigo. -

-¿Sigues teniendo el número de Gallagher? Voy a llamar a mi omega al el show de hoy, y pensé que podríamos ir al backstage. Es un gran fan. -

Se siente bien decirlo en voz alta, ¿verdad? Repítelo: "mi omega".

-¿Tu omega? -preguntó, incrédulo-. ¿Desde cuándo tienes omega? ¿Cómo es que al fin el gran alfa ha encontrado a su omega? -

Toda mi vida he tenido omega; la luna lo ha creado para mí.

-Hey, solo estamos saliendo. Lo estoy cortejando. -

-¿Cortejando? -Luke rió-. ¿Eso no es algo del siglo pasado? Hace años que no escucho de un cortejo. -

-Lo sé, suena anticuado, pero me pareció una buena idea. Además, a Louis le gusta la idea de ser cortejado, aunque le parezca tonto. -

Luke soltó una risa amistosa: -Bueno, si funciona para ustedes, ¿quién soy yo para juzgar? Ahora, respecto al número de Gallagher, sí, lo tengo. ¿Necesitas que lo envíe o prefieres que organice algo? -

-Eso sería genial, Luke. Si puedes hacer que las cosas sean más sorprendentes, sería perfecto. -

-Entendido. Deja que me encargue de eso. Ah, y por cierto, ¿cómo conociste a tu omega? -

-Fue en una reunión de la empresa. Los ojos de él me atraparon, y ya sabes cómo va la historia. -

-Romántico, hermano. Me alegra que hayas encontrado a alguien especial. -

-Yo igual- sonrío. -Hablamos luego, hermano. Hasta luego.-

La llamada termino y Harry se puso a acomodar la papelería para la reunión de un rato. Sonriendo de momento las al recordar al omega.

Vínculos ProfundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora