Mi infancia

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Estaban acostados en el sillón, entrelazados entre las mantas mientras veían la televisión. El cuerpo de Harry había mejorado; ya no dolía. Después de la reparadora ducha con agua bien caliente, sumada a la deliciosa comida de su omega con besos y mimos en sus hombros, definitivamente se sentía mejor.

Ahora allí, sosteniendo a su omega en su pecho, acariciando suavemente su cabello mientras este tenía la vista en la pantalla, donde se transmitía "La Bella y la Bestia".

-¿Sabes que puedo sentir tu mirada, verdad? -rió Louis sin mirarlo-. Eres todo un rarito.-

-Mhm, es que eres muy hermoso, omega mío -murmuró Harry con una sonrisa-. Muy hermoso.-

-¿Sí? -rió Louis, dirigiendo su mirada al mayor.

Harry asintió con ternura, sintiendo el calor de la mirada de Louis sobre él.

-Claro, eres el omega más hermoso que mis ojos han visto -afirmó Harry con suavidad.

Louis se deslizó suavemente hacia el regazo de Harry, encontrando el calor reconfortante de su cuerpo. Con cada pierna a un costado de la cintura del alfa, Louis acercó sus labios a los de Harry. La suavidad de su piel encontró la sonrisa del alfa, y en ese instante, el mundo se desvaneció a su alrededor. El beso comenzó con un roce delicado, como una caricia fugaz que transmitía amor y complicidad.

Pero pronto, el deseo los envolvió y el beso adquirió una profundidad palpable. Las lenguas se entrelazaron en un baile íntimo y apasionado, explorando cada recoveco con ansias de descubrir el sabor único del otro. El sabor de Louis era dulce y reconfortante, como un recordatorio constante del amor que compartían.

El tiempo parecía detenerse mientras se sumergían en el placer del momento, entregándose por completo al vínculo que los unía.

En ese beso, encontraron la promesa de un amor eterno, una conexión que trascendía el tiempo y el espacio. Cada detalle, cada sensación, era un recordatorio del poder del amor y la magia de estar juntos.

-Lou- llamo.

Louis se detuvo al instante al escuchar el susurro de Harry. Su corazón latía con fuerza en su pecho.

-Espera, amor -pidió Harry con ternura, su voz llena de emoción y sinceridad-. No así, Lou.-

-Si-asintió mientras se apartaba suavemente de los labios del alfa.

-Me has dicho que debías decirme algo, Lou -mencionó Harry con delicadeza, acariciando el cabello castaño de Louis.

Louis titubeó, apartando la mirada de los ojos verdes de Harry y dirigiéndola hacia la pared.

-No debes decirme si no quieres, omega -insistió Harry con comprensión.

-No, no es que no quiera, Hazz. Es solo que es muy difícil para mí, y temo que no te guste más después de saberlo todo -explicó Louis con sinceridad, su voz cargada de ansiedad y vulnerabilidad.

-¿Dejarme de gustar? -respondió Harry con una pequeña risa-. Quédate tranquilo que eso nunca va a suceder, porque eres mi omega y te amo. Te va a costar deshacerte de mí fácilmente.- murmuro enrollado sus brazos en el omega.

-Gracias, Hazz -susurró Louis, dejando que la calidez del abrazo lo envolviera-. Necesito que sepas algo sobre mi pasado, algo que he guardado por mucho tiempo...-

Harry lo miró con atención, sus ojos verdes llenos de preocupación.

-Estoy aquí para escucharte, Lou. No importa qué sea, siempre estaré a tu lado -aseguró Harry con voz suave pero firme.

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