Harry no sabía cuánto tiempo había dormido, si habían sido minutos, horas o días. Despertó al sentir ruidos en la cocina y, con un bostezo, se levantó de la cama, frotándose un ojo mientras caminaba hacia donde provenía el sonido.
Le dolía la cabeza y sentía un ligero dolor en la espalda. Observó nuevamente su mano, que ahora lucía un poco más morada que antes.
Al llegar a la cocina, encontró a Louis usando un pequeño delantal de color rosa bebé, mientras batía un par de huevos y tarareaba una canción. La escena era reconfortante, y Harry no pudo evitar sonreír ante la visión de su omega preparando el desayuno con tanto entusiasmo.
-Buenos días, dormilón -saludó Louis con una sonrisa, volteando para encontrarse con la mirada de Harry-. ¿Cómo te sientes? ¿Quieres algo para el dolor de cabeza?-
-Buenos días, Omega -saludó Harry con una sonrisa adormilada mientras tomaba la cintura del castaño y acercaba sus labios a los de Louis.
-Oh, no. Debes lavarte los dientes antes de besarme -recordó Louis, tapando su boca y dándole un beso en el cachete.
-Mhm, está bien -gruñó Harry, caminando a paso pesado hacia el baño.
Louis observó con diversión cómo Harry se dirigía hacia el baño con expresión de resignación. Sabía que su alfa apreciaba la higiene personal tanto como él, y no iba a permitir besos de buenos días sin que Harry se cepillara los dientes primero. Con una sonrisa, continuó preparando el desayuno.
-Ya está -informó Harry al llegar nuevamente a la cocina, tomando a Louis de la cintura-. Deja que tu alfa te bese, por favor, que te he extrañado muchísimo.-
Louis sonrió ante la petición de Harry y se dejó llevar por el gesto cariñoso de su alfa. Cerró los ojos y permitió que los labios de Harry se encontraran con los suyos en un beso suave y reconfortante.
-¿Cuánto he dormido? -cuestionó Harry sin soltar la cintura de Louis mientras besaba su cuello-. Mhm, hueles a mí.
Louis se estremeció levemente ante el contacto y con una sonrisa, acarició el cabello del alfa antes de responder.
-Muchas horas. Llegué ayer como a las seis de la tarde. Estaba muerto de sueño. ¿Recuerdas que te di sopa de pollo? Luego te llevé a la cama y caíste rendido. Así que dormiste toda la tarde y la noche de corrido, y bueno, ahora son las nueve de la mañana -explicó Louis.
Harry frunció el ceño ante la revelación. -¿Dormí 15 horas? -preguntó, sorprendido por la cantidad de tiempo que había pasado dormido.
-Sí, gatito. Estabas muerto de sueño. ¿Todavía te duele el cuerpo? -cuestionó Louis, dejando dos tazas en la mesa junto a los huevos revueltos.
-Mhm, un poco. Pero estoy bien -sonrió Harry, sentándose mientras fruncía el ceño al sentir una punzada en su espalda.
-¿Un poco? No creo que eso sea "un poco"-negó Louis, tomando las mejillas del alfa-No tienes que hacerte el fuerte frente a mí, alfa. No conmigo. No tiene nada de malo aceptar que te duele algo. Se nota que ha sido un celo fuerte, Hazz, y eso no te hace menos alfa.-
Harry asintió, reconociendo la preocupación de Louis. Con un suspiro, se permitió relajar la postura y aceptar que, aunque fuera un alfa, también podía necesitar cuidados y comprensión.
-Bien, lo acepto. Me duele mucho -rió Harry-. Nunca me había pasado esto, es muy extraño. Sé que mis celos suelen ser fuertes, pero nunca así. Onix tomó el control por completo. No recuerdo haber podido comer, dormir o siquiera ir al baño... Presiento que es porque Onix realmente quería que nos ayudaras en el celo, y sin ti se volvió loco -comentó, tomando la cintura de Louis y sentándolo en su regazo-. Pero estoy mucho mejor, el dormir varias horas ha mejorado, y tenerte a mi lado mucho más.-
Louis asintió -Para la próxima te ayudaré, así no sufres nuevamente- comentó, besando los labios del mayor.
-¿Tú realmente quieres? Porque no es que debas ayudarme, yo puedo lastimarte...- murmuró Harry antes de ser interrumpido por los labios de Louis en los suyos.
-Sí, alfa. Sé que no debo, pero quiero ayudarte. No me gusta verte mal cuando puedo ser yo quien te ayude- tranquilizó Louis-. Ahora, debes desayunar, luego bañarte, y después hablemos de un par de cosas que quiero que sepas.-
-Está bien, gracias, omega- respondió Harry.
-No des las gracias, lo hago porque te amo -aseguró Louis.
-Y yo también te amo, muchísimo -concluyó Harry, sellando sus palabras con un beso.
ESTÁS LEYENDO
Vínculos Profundos
RomanceEn un mundo donde las jerarquías laborales estaban marcadas por prejuicios injustos, Louis encontró su escape. Trabajando con el apuesto y amable alfa Harry en la empresa Styles, dejó atrás a su antiguo jefe, un insensible idiota que había limitado...