Amigos

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Su mente parecía una bomba, acababa de tener una llamada con Gemma pero cuando Louis abrió la puerta, parecía que las palabras se habían esfumado de su mente o que su lengua había decidido jugarle una mala pasada al volverse tan pesada como una roca.

Allí estaba él, su omega, irradiando una belleza que parecía haber sido esculpida por los mismos dioses.

Su camiseta dejaba al descubierto unas clavículas perfectamente definidas, mientras que unos jeans ceñidos destacaban cada curva con precisión milimétrica, apretando justo donde debían.

-Lou- murmuró con una sonrisa curvando sus labios, su voz apenas un susurro que resonaba en el ambiente.

-Harry, Zayn- sonrió, abriendo paso a ambos alfas con un gesto acogedor.

El rizo pareció perderse por un par de segundos, olvidando momentáneamente que el pelinegro estaba justo detrás suyo.

-Hola Louis, encantado de verte nuevamente. Muchas gracias por la invitación, y discúlpame por lo que sucedió en la fiesta de Morgan- saludó Zayn con un tono cortés y una expresión amistosa en su rostro.

Louis asintió con cortesía, aceptando la disculpa de Zayn con una sonrisa diplomática que apenas ocultaba un atisbo de tensión.

-Gracias, Zayn. No te preocupes por eso- respondió con una voz calmada pero firme, su mirada buscando el equilibrio entre la cortesía y la reserva. -Ven, pasa. Siéntete como en casa.-

Harry observó la interacción con atención, sus ojos brillando. Su lobo gruñía en su interior, agitado por emociones que aún no comprendía.

-Alfa- susurró, enroscando sus brazos alrededor del cuello del rizado, cuando finalmente estuvieron solos. -¿Estás bien?- cuestionó preocupado, sus ojos buscando los del rizado con ansiedad.

-Sí, Lou, estoy bien- respondió el Harry, aunque su voz llevaba un matiz de incertidumbre. -Te ves hermoso, omega- intentó tranquilizarlo, acariciando con ternura el rostro del omega. Su pulso se calmó al sentir la calidez del castaño contra él.

Louis asintió con una mueca de preocupación aún presente en sus labios. Su instinto le decía que algo más estaba sucediendo, algo que Harry no estaba compartiendo completamente.

-Harry, sé que algo te está preocupando. No tienes que decirlo si no quieres, pero quiero que sepas que estoy aquí para ti, pase lo que pase -dijo Louis con suavidad, buscando el contacto visual con el alfa para transmitirle su sinceridad.

Harry respiró profundamente, dejando escapar un suspiro. -Lou, aprecio mucho tu preocupación. Realmente lo hago -respondió Harry con sinceridad, buscando las palabras adecuadas. -Es solo que... hay algunas cosas en mi mente últimamente. No quiero arruinar esta noche para ti, pero no puedo evitar sentirme un poco abrumado. Pero quiero que lo sepas; estoy bien, omega- rio -No pasa nada, aparte, te ves realmente precioso- murmuro besando el hombro del omega.

-Harry...no vas a arruinar nada. - susurro pasando sus manos por el rostro del alfa. -Tu nunca lo arruinas.-

Harry sintió un estremecimiento recorrer su cuerpo cuando las manos de Louis acariciaron su rostro con ternura.

-Gracias, omega -susurró Harry, sus ojos buscando los de su omega con cariño. -Tú siempre haces que todo parezca mejor.-

Louis sonrió con dulzura, acercándose lentamente a Harry. Sus labios se encontraron en un beso suave pero cargado de significado, sellando su complicidad y prometiendo apoyo mutuo en cada desafío que enfrentaran juntos.

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