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La familia Calle era una de las más adineradas y respetadas de Colombia, Germán Calle no solo es un cirujano muy importante si no que también por herencia era dueño de los Hospitales CS que son todo un éxito, siendo de los más importantes de toda Latinoamérica.
Germán y Mafe le dieron la bienvenida a su primera hija en el 2002, Emilia Calle, quien desde niña siempre ha sido muy rebelde, de carácter fuerte, fiel a lo que siente y cree, era la responsable de los dolores de cabeza de sus padres, un año después nació su segunda hija, Daniela Calle, quien parecía ser la hija ideal, educada, responsable, inteligente y obediente.
Daniela mejor conocida como Calle, parecía ser hija perfecta, era el orgullo de sus padres, pero ella ocultaba un gran secreto, y era que a muy temprana edad se había dado cuenta que le gustaban las mujeres, estaba muy segura de eso, pero salir del "closet" no era una opción, sus padres no lo aceptarían, gracias a la educación y religión con la que habían sido criados, absolutamente nadie lo sabia, y ella creía que era lo mejor, toda su vida había tratado de hacer sentir orgullosos a su familia, así tuviera que ser alguien que no era.
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Empezaban las clases en el prestigioso Colegio Nueva Granada, de las mejores instituciones del país.
El despertador marcaba las 7:30 y las Calle ya estaban listas, Daniela tenía su cabello suelto, maquillaje, un suéter Nike azul marino, un pantalón de mezclilla algo ancho y unas Nike blancas, también llevaba algunos accesorios, un anillo y algo que era indispensable para ella, el collar de oro que le regalo su abuela. Estaban más que listas para su primer día de escuela, ambas chicas agarraron sus mochilas y se dirigieron al choche de su padre, un Rolls-Royce Phantom de ese mismo año, su chofer Leonardo ya las esperaba.
- Buenos días ¿Como amanecieron? - pregunto amable el chofer mientras manejaba.
- Muy bien leo, gracias por preguntar, ¿Y usted cómo amaneció? - contestó Daniela con una sonrisa.
- Muy bien igual - respondió mirando por el espejo retrovisor de aquel lujoso coche.
Emilia llevaba puesto sus audífonos mientras miraba por la ventana, razón por la cual no escuchó ni una sola palabra de la conversación que estaban teniendo su hermana y Leonardo. La escuela no está muy lejos de la casa de los Calle, eran tan solo unos minutos para llegar de un lugar al otro.
- Llegamos - dijo Leonardo volteando a ver sonriente a las dos chicas, ambas sonrieron y se despidieron de el.
Daniela y Emilia caminaban hacia dentro de ese gran edificio que sería por unos años su escuela, mientras caminaban podían sentir las miradas de todos y es que era algo obvio, eran hermosas y pertenecían al grupo de los populares.
El día había transcurrido normal, se rencontraron con varios amigos y hicieron unos nuevos, pero lo más importante es que después de varios meses Daniela había vuelto a ver a su mejor amiga, Camila Cabello.
Era la hora del receso/descanso y Daniela estaba sentada en una mesa con sus amigos, Lucia Vives, Paula Galindo, Mario Ruiz, Sebastián Langarica, quien era su cuñado, su hermana Emilia y Johann Verá, el pretendiente de Daniela. El padre de Johann era el abogado de Germán Calle, así que como era de esperarse, ambos padres querían que sus hijos estuvieran juntos, no solo por que hacían una "linda" pareja si no también por interés, el chico si sentía algo por Daniela, pero ella solo estaba ahí por presión, si su padre quería que estuviera con el, así sería.
- ¿Como vas con Johann? - pregunto curiosa Camila mientras comía un yogurt de fresa.
- Bien, de echo creo que pronto sera oficial - respondió Calle fingiendo estar emocionada, y claro que su amiga le creyó, era una experta mintiendo.
- Pues se está tardando, llevan meses saliendo - dijo Camila mientras rodaba los ojos - Es lindo pero lento, ojalá nunca me encuentre con alguien así, ya sabes, if you want me let me know, if not let me go - término de decir su amiga mientras sus ojos seguían clavados en su yogurt. De verdad lo estaba disfrutando.
- ¿Y por que en inglés? - A Daniela le parecía un poco gracioso y raro que sus amigos de vez en cuando usaran el inglés, y no tenía nada de malo, solo que ¿Era necesario?
- Por algo aprendemos inglés Calle, ademas no es como que no me entiendas - le contesto con obviedad la castaña. - Y por que quiero, ¿Hay algún problema con eso?
- Yo solo preguntaba Camz, perdóname - dijo la más alta mientras se reía.
- Te perdonó - contestó la castaña dejando su yogurt vacío en la mesa para recargar su cabeza en el hombro de Calle.
- Dani bella, ¿Que harás hoy? - Se acercó Johann dandole un beso en la mejilla, Camila le sonrió, para después levantarse y irse para darles un poco de privacidad, cosa que Daniela lamentó.
- No podré salir, mis papás regresan hoy, y Emilia y yo planeamos hacerles una cena - Mentira - Tal vez el fin de semana - Daniela le sonrió tiernamente, sabia que era muy fácil hacer que le creyera.
- No te preocupes hermosa, igual ya tengo algo planeado para el sábado, te va a encantar - Le contesto el chico emocionado.
Durante el resto del receso el chico estuvo hablando prácticamente solo, ya que Daniela solo se limitaba a sonreír y asentir con la cabeza, de verdad maldecía a su mejor amiga, quien se veía de lo más cómoda hablando con Lucia, y fue el colmo para Daniela cuando por fin hicieron contacto visual y la castaña solo levando los pulgares mientras sonreía, Calle de verdad quería golpearla.
Pasaron las horas y Daniela estaba ya en su ultima clase, todo iba normal, trabajos, estudiantes quejándose o simplemente existiendo, hasta que la voz de la maestra hizo que todos pusieron atención.
- Disculpen chicos, se me había olvidado comentarles, que la próxima semana habrán varios estudiantes nuevos, será como un intercambio- Comentó la profesora con una sonrisa amable y de verdad se miraba emocionada.
"¿Y de que escuela vendrán?" "¿Francia?" "Tal vez ¿Alemania?"
"¿Serán guapos?", eran algunos de los comentarios que Daniela podía escuchar.
-¿Se puede saber de que escuela y país serán los nuevos? - Pregunto una chica que se encontraba unos asientos atrás de Daniela. La maestra sonrió y bajo su mirada.
- Lamento decepcionarlos pero no vendrá nadie ni de Francia ni de Estados Unidos, los nuevos estudiantes son de aquí mismo, de Bogotá, más específicamente de la institución San Lorenzo de la Cruz - respondió la maestra con una sonrisa.
- ¿Como así? ¿Nos van a relacionar con esa clase de personas? - Dijo la misma chica con una expresión de incredulidad.
- No se a que se refiere con ese comentario señorita Vega, yo no veo ningún problema en que la escuela haya tomado la decisión de darle una oportunidad a jóvenes que no tuvieron la misma suerte que ustedes - contestó la maestra ahora con seriedad.
- Esa escuela es posiblemente la más baja a nivel académico y por los rumores, de las más problemáticas - comentó otro compañero de Calle.
- Solo les pido que sean educados y amables, por favor continúen con sus trabajos - la maestra se sentó en su silla y empezó a llenar unos papeles sin prestarle atención a las quejas y comentarios de sus alumnos.
La escuela terminó y todos se habían ido ya a sus casas, incluyendo a las Calle, ambas chicas se encontraban camino a su hogar mientras que su chofer conducía. Llegaron a su casa y cada una se fue a su habitación, Daniela tocó un poco el piano, era de las pocas cosas que realmente le gustaban, hasta que llego la hora de cenar, sus padres no llegarían hasta el domingo así que solo se sirvió un cereal, después regreso a su habitación y se dispuso a dormir.
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A Daniela no le había interesado los becados ni un poco,
Probablemente no se imaginaba que la llegada de los nuevos estudiantes iba a cambiar su vida para siempre.
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