Mɪsᴛᴇʀɪᴏsᴀ Lɪʙʀᴇᴛᴀ

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                          • CALLE •

Estaba en mi habitación junto a Johann, estábamos acostados en mi cama, y sin yo poder negarme, nos besábamos, más bien él lo hacía. No sé en qué momento llegamos aquí, pero ya era muy tarde para arrepentirme.

Johann comenzó a acariciar mi muslo hasta llegar a mi abdomen. Yo me removí incómoda, y sé que él lo notó, pero no le importó.

- Johann... - trate de llamar su atención pero el no me hizo caso, solo comenzó a besar mi cuello.

Me dio un poco de cosa sentir la forma en que me besaba tan bruscamente. Definitivamente esto no se comparaba en nada con Poche.

Trate de empujarlo, pero su peso era demasiado pesado para mí, así que empecé a mover mis piernas y por accidente le di en la entrepierna, no muy duro, pero al parecer si lo sintió.

- ¿Qué te pasa? - preguntó molesto mientras se agarraba su entrepierna.

- Lo siento, no quería lastimarte - dije un poco preocupada pero también aliviada, por fin se me había quitado de encima.

- ¿Por qué no solo te quedas quieta y callada? - dijo antes de levantarse.

- ¿Qué? - pregunté ofendida.

- Ya me estoy cansando Calle, si tú no me das lo que quiero, otra lo hará - respondió antes de irse molesto de la habitación.

Idiota.

No le preste atención, solo deje que se fuera. Lo mejor que me podría pasar es que él se encuentre alguien mejor y que si lo ame.

Después de una hora y media, baje a la cocina por un vaso de agua, y cuando ya iba de regreso a mi habitación, vi a mi madre sentada en uno de los sillones de la sala, así que me acerqué a ella.

- ¿Qué haces mamá? - pregunté curiosa al ver como escribía algo en la libreta que tenía en sus manos, y ella al escucharme, la cerró asustada.

- Nada - respondió rápidamente. Yo entrecerré mis ojos dudosa, pero mejor no pregunte nada - ¿Qué pasó con Johann? - preguntó para cambiar de plática.

- Nada... solo se tenía que ir ya - respondí y por la forma en que me miró, sé que no me creyó.

- Cuando Johann bajó, se miraba molesto y no es que yo ande mirando cosas que no me importan, pero se le veía un pequeño bulto allá abajo... -

- ¡Mamá! - dije rápidamente apenada, ella soltó una pequeña risita.

- Y debió pasar algo, para que él se fuera así de molesto Daniela, ¿No quisiste acostarte con él? - preguntó mirándome comprensiva. Yo negué bajando la cabeza - Ven siéntate - dijo palmeando al lado de ella, yo rápidamente obedecí.

- No estoy lista para dar ese paso mamá... ¿Qué? - pregunté al ver su mirada analizadora.

- ¿No estás lista o simplemente no quieres estar con el? - preguntó sorprendiéndome. No quería mentirle, sinceramente creo que ella conoce la respuesta, así que no tendría ningún caso negarlo.

- No... no quiero estar con el de ninguna manera - respondí cabizbaja.
Ella negó con la cabeza molesta, y comencé a ponerme nerviosa, ¿Me regañaría?

- Esas estupideces de tu padre, de verdad que no lo entiendo - dijo molesta. Era la primera vez en mi vida que la escuchaba hablar de esa manera - Mira Calle, yo de verdad quiero... - unos pasos provenientes de las escaleras nos interrumpieron. Ambas giramos hacia esa dirección, y vimos como mi padre bajaba ya en pijama.

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